Embarazo sin riesgos: la Medicina Materno Fetal te acompaña en cada paso

Embarazo sin riesgos: la Medicina Materno Fetal te acompaña en cada paso

Editado por: Amairani Rua el 22/10/2024

Un Embarazo de Riesgo es aquel en el que existe una mayor probabilidad de que la madre o el bebé experimenten complicaciones de salud, ya sea durante el Embarazo, el Parto o el período posnatal.

 

Complicaciones principales del Embarazo

Las complicaciones principales del embarazo incluyen enfermedades como la Hipertensión, donde entra la Preeclampsia, la Diabetes Gestacional y el Parto Pretérmino (cuando el bebé nace antes de tiempo). También se presentan alteraciones en el crecimiento del bebé, tanto si crecen de más como si crecen de menos.


Medidas generales para la prevención en un Embarazo

Las medidas generales para la prevención de estas complicaciones empiezan con un estado de salud previo al Embarazo lo más sano posible, con una buena alimentación y ejercicio físico. Es fundamental acudir a consultas previas al Embarazo, donde se verifique el estado de salud de las mujeres. Si se encuentra alguna alteración, se puede realizar una intervención para garantizar que el Embarazo ocurra en las mejores condiciones posibles y limitar la presencia de complicaciones.


Control Prenatal y tratamientos

Dependiendo del tipo de complicación, el control prenatal es esencial. Una vez que se identifica una complicación, se diseña un plan de Control Prenatal, estableciendo la periodicidad de las consultas y realizando exámenes tanto para la madre como para el bebé, incluyendo exámenes de laboratorio y pruebas de vigilancia fetal.


El tratamiento dependerá de la complicación, pero en general, se planifica el momento y lugar del nacimiento, asegurando que sea en un hospital con las mejores capacidades y un manejo multidisciplinario.


Diagnóstico prenatal

El diagnóstico prenatal se enfoca en la detección de síndromes. Hay dos tipos de pruebas:

No invasivas

incluyen ultrasonidos y pruebas de sangre, como el "duo test" o el ADN Fetal en sangre materna, que detectan alteraciones morfológicas y marcadores que pueden indicar la presencia de síndromes como el Síndrome de Down, Trisomía 13 y Trisomía 18.

Invasivas

Las pruebas invasivas, aunque mínimas, implican riesgos. Estas pruebas incluyen la toma de muestras de líquido amniótico, sangre del cordón umbilical o de la placenta, lo que permite un diagnóstico definitivo de síndromes u otras alteraciones genéticas.


Pruebas recomendadas durante el Embarazo

Durante el Control Prenatal, se recomienda a todas las mujeres embarazadas que se realicen pruebas no invasivas, como ultrasonidos. Dos ultrasonidos son clave: uno entre las semanas 11 y 14, que permite calcular el riesgo de síndromes, y otro entre las semanas 18 y 24, para revisar las estructuras del bebé. Si se detecta alguna alteración, algunas pacientes podrían necesitar pruebas invasivas.


Alteraciones en el crecimiento del bebé y malformaciones

Las principales alteraciones en los bebés son problemas de crecimiento (crecer más o menos de lo esperado) y malformaciones, que pueden afectar al corazón, cabeza, columna, entre otros. Estas alteraciones se diagnostican mediante consultas prenatales y ultrasonidos. Dependiendo de la alteración, los tratamientos varían, pero algunos casos pueden ser tratados incluso antes del nacimiento, mediante cirugías fetales o medicamentos administrados a la madre que tienen efecto en el bebé.


Vigilancia del crecimiento del bebé

El crecimiento del bebé se vigila mediante ultrasonidos cada tres o cuatro semanas. Se realizan curvas de crecimiento donde se mide y calcula el peso del bebé, comparándolo con el estándar según las semanas de gestación. Esto permite monitorear si el crecimiento y desarrollo del bebé son adecuados.


Cuidados después del nacimiento

Después del nacimiento, es importante continuar con cuidados específicos, como una alimentación balanceada, buena hidratación (importante para la lactancia), y seguir consumiendo las vitaminas prenatales. La actividad física intensa debe limitarse, especialmente si el parto fue por Cesárea. También se recomienda fomentar la Lactancia a la libre demanda y acudir a dos consultas posparto: una entre una y dos semanas después del nacimiento y otra al final del puerperio.


Avances en la Medicina Materna y Fetal

La Medicina Materna Fetal está avanzando rápidamente gracias a la tecnología, especialmente en la mejora de los ultrasonidos y en la búsqueda de pruebas no invasivas que permitan detectar patologías en el bebé de manera más temprana. Los avances incluyen Cirugías Fetales durante el Embarazo, como las Cirugías en la Columna para prevenir problemas de movilidad tras el nacimiento, lo que ayuda a limitar complicaciones.

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