¿En qué consiste una Terapia de Pareja?
Son muchos los motivos que llevan a una pareja acudir a una Terapia con el especialista en Psicología. La insatisfacción con la relación, infidelidad, dificultades sexuales o mala comunicación son algunos de los más destacados
Los conflictos, en ocasiones, vienen dados por un cambio en el ciclo vital de la pareja, y suelen aumentar con la llegada de un bebé, con la jubilación de uno o los dos miembros o cuando los hijos se emancipan. Cualquiera de estas situaciones tan cotidianas requiere de un proceso de adaptación que, a veces, la pareja no puede o no sabe hacer.
Cuando la pareja ha intentado encontrar soluciones sin resultado, es muy importante pedir ayuda a un Terapeuta especializado en el tema. Hay parejas que acuden en cuanto empiezan a notar que existen problemas y otras tardan meses o incluso años en pedir ayuda.
¿Cómo es una Terapia de Pareja?
La Terapia de Pareja no se diferencia mucho de una Terapia Individual en el fondo, pero sí en la forma. Normalmente, hacen falta varias sesiones de evaluación, en las que acudirán los dos miembros de la pareja y también se harán entrevistas por separado. Una vez evaluada la situación y definidos los objetivos a tratar, comienza el proceso terapéutico propiamente dicho, donde se hará un entrenamiento en comunicación, negociación, aumento de la capacidad de escucha, empatía hacia el otro, abordaje de los problemas sexuales si los hubiera, etc.
Es necesario que ambos miembros de la pareja se comprometan a trabajar en su relación, no mantengan secretos hacia el otro miembro ni hacia el Terapeuta y se impliquen emocionalmente. Al fin y al cabo, de eso depende el éxito de la Terapia en gran medida.
En general, es más fácil que sea la mujer quien pida ayuda por motivos de género y cultural, pero el hombre puede estar igual o más interesado que ella. Cuando uno de los dos miembros no quiere acudir a Terapia, la Terapia no funciona. De la misma forma que los problemas afectan a los dos, son necesarias las dos partes de la pareja para resolverlos.
Para que tenga éxito es importante que los dos miembros acudan y se impliquen en las sesiones. Hay que tener en cuenta que al principio, o incluso a lo largo del proceso, el nivel de interés e implicación puede ir cambiando y alternándose entre los miembros. Pero si uno de los miembros de la pareja quiere hacer Terapia para solucionar sus problemas y el otro quiere separarse, la Terapia es inviable.
Toda Terapia de Pareja requiere de un mínimo interés por parte de los dos. Pero, a veces, la Terapia de Pareja no se plantea para recuperar la relación, sino para romperla y ayudar a que la ruptura sea menos dolorosa, menos traumática. En este caso también se puede hacer el planteamiento de acudir a un profesional.
¿Cuál es la efectividad de la Terapia de Pareja?
Aproximadamente entre el 70 y el 75% de las parejas que acuden a Terapia logran mejorar su relación y solucionar sus conflictos. En el resto de parejas, los motivos de la falta de éxito suelen ser dos. Por un lado, las parejas que tienen una relación muy deteriorada y con problemas excesivamente enquistados.
Por el otro, cuando uno de los dos miembros de la pareja no tiene interés y no se implica en el proceso porque ya quiere separarse y sólo acude para demostrarse a sí mismo, o al otro, que lo han intentado todo. En estos casos, es difícil que la pareja salga adelante.