Enfermedad Arterial Periférica: Acumulación de depósitos de grasa y calcio en las paredes de las arterias
La Enfermedad Arterial Periférica es una afección en la que las arterias, principalmente de las piernas, se obstruyen con placas de colesterol, lo que conduce a una disminución del flujo sanguíneo.
¿En qué consiste la Enfermedad Arterial Periférica?
Este proceso gradual de obstrucción arterial puede causar una variedad de síntomas. Uno de los factores de riesgo más importantes es el Tabaquismo, que daña las arterias y aumenta la predisposición a esta enfermedad. La Dislipidemia, que incluye niveles elevados de colesterol y triglicéridos, también contribuye significativamente.
¿Cuál es la importancia con la genética?
Además, la enfermedad puede tener un componente genético, por lo que es importante conocer los antecedentes familiares. La Diabetes es otro factor de riesgo común, ya que el exceso de glucosa en la sangre puede contribuir a la formación de placas de colesterol en las arterias, especialmente las arterias más pequeñas debajo de la rodilla.
La Insuficiencia Renal también puede dañar las arterias y aumentar el riesgo de problemas en las piernas. Si no se trata a tiempo, la obstrucción arterial puede provocar complicaciones graves, como la amputación de extremidades.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Los síntomas iniciales incluyen claudicación, que es dolor en las piernas al caminar, y dolor en reposo, que puede interferir con el sueño y empeorar por la noche. Es crucial buscar atención médica si se experimentan estos síntomas.
¿Cómo funciona el diagnostico?
El diagnóstico de la Enfermedad Arterial Periférica implica pruebas como el Ultrasonido Doppler de Arterias y la medición de presiones en las piernas. En casos graves, puede requerirse una angiotomografía para evaluar la gravedad de la obstrucción arterial y determinar si se necesita cirugía.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento varía según la gravedad de la enfermedad. Para casos menos graves, se pueden recomendar cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar y hacer ejercicio regularmente. En casos más avanzados, puede ser necesaria la cirugía para despejar las arterias obstruidas y restaurar el flujo sanguíneo adecuado.
El tratamiento también puede incluir medicamentos para controlar los niveles de colesterol, reducir la viscosidad de la sangre y promover la dilatación de las arterias. Además, la terapia de caminata supervisada puede ayudar a mejorar la circulación y promover el desarrollo de nuevas vías para el flujo sanguíneo. En resumen, el tratamiento temprano y adecuado es esencial para prevenir complicaciones graves en la enfermedad arterial periférica.