Enfermedad Carotídea: Cómo prevenir Infartos Cerebrales con un diagnóstico temprano

Enfermedad Carotídea: Cómo prevenir Infartos Cerebrales con un diagnóstico temprano

Editado por: Jocelyn Gómez el 22/10/2024

La Enfermedad Carotídea es una afección grave que compromete el flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede derivar en eventos cerebrovasculares, como el Infarto Cerebral o un Accidente Cerebrovascular.


Afectación en el flujo sanguíneo cerebral

La Enfermedad Carotídea implica la reducción del flujo sanguíneo cerebral debido a la obstrucción en las arterias carótidas, localizadas en el cuello. Estas arterias son vitales para el adecuado suministro de sangre a ambos hemisferios cerebrales.


Cuando una carótida se obstruye, se reduce el flujo de sangre que llega a una parte del cerebro, lo que puede ocasionar síntomas o complicaciones graves, como eventos isquémicos o hemorrágicos.


Cuando el flujo sanguíneo se reduce en más del 60%, generalmente se considera una Enfermedad Carotídea sintomática, lo que aumenta el riesgo de complicaciones. La Estenosis (estrechamiento) puede variar desde una pequeña obstrucción (del 10%) hasta una oclusión completa (del 100%).


Factores de riesgo

Existen diversos factores que incrementan las probabilidades de desarrollar Enfermedad Carotídea. Entre los más comunes se encuentran:

  • Tabaquismo: el consumo de tabaco daña las paredes arteriales y favorece la acumulación de placas de colesterol, lo que aumenta el riesgo de oclusión
  • Dieta rica en grasas saturadas: una alimentación no equilibrada, rica en grasas saturadas, puede incrementar los niveles de colesterol en sangre, lo que contribuye al desarrollo de placas en las arterias
  • Colesterol alto: favorece la acumulación de depósitos grasos (placas) en las arterias, estrechando el espacio por donde fluye la sangre
  • Sedentarismo: la falta de actividad física también está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar Enfermedades Cardiovasculares
  • Predisposición genética: tener antecedentes familiares de Enfermedad Carotídea aumenta el riesgo de padecerla


Diagnóstico y clasificación de la Enfermedad Carotídea

El diagnóstico se basa principalmente en la evaluación del grado de oclusión de la arteria. La clasificación se realiza en función de la severidad de la Estenosis. En algunos casos, una arteria puede estar obstruida hasta en un 70% sin causar síntomas evidentes, lo que puede complicar su diagnóstico.


Además, es fundamental identificar si el paciente presenta síntomas clínicos relacionados con la disminución del flujo sanguíneo, como:

  • Debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo
  • Pérdida repentina de visión
  • Dificultad para hablar
  • Dolores de Cabeza intensos


En estos casos, se requiere un tratamiento más agresivo para evitar complicaciones como Infartos Cerebrales.


Tratamientos disponibles

El tratamiento depende del grado de Estenosis y de las manifestaciones clínicas en el paciente. Existen dos opciones principales:

  • Tratamiento médico: en los casos donde la oclusión es significativa pero no presenta síntomas, se puede optar por un tratamiento conservador. Este enfoque incluye el uso de medicamentos que reducen el riesgo de formación de coágulos o trombos, lo cual ayuda a evitar Infartos. Sin embargo, es importante recalcar que no existen medicamentos que eliminen las placas de colesterol ya formadas. El objetivo es estabilizarlas para que no se desprendan y causen un evento isquémico
  • Intervención quirúrgica o Terapia Endovascular: en casos de mayor gravedad, donde la oclusión es significativa y existe riesgo de Infarto, se puede recomendar la cirugía para eliminar las placas o el uso de un Stent que ayude a mantener la arteria abierta y facilitar el flujo sanguíneo


La importancia de la prevención y el diagnóstico temprano

La identificación temprana de la Enfermedad Carotídea es fundamental para prevenir complicaciones graves. Muchas veces, la oclusión puede ser asintomática, pero al detectarse a tiempo, se pueden tomar medidas preventivas que reduzcan el riesgo de Accidentes Cerebrovasculares.


El control de los factores de riesgo, como dejar de fumar, llevar una dieta saludable, mantener niveles óptimos de colesterol y practicar ejercicio regularmente, son estrategias clave para prevenir el desarrollo y la progresión de este padecimiento.


La vigilancia constante y la intervención oportuna pueden hacer una gran diferencia en la calidad de vida de los pacientes afectados.

Neurocirugía en Magdalena Contreras