Enfermedad de Parkinson: Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de la Enfermedad de Parkinson (EP) es meramente clínico, basado en criterios que toman en cuenta la presencia los síntomas cardinales, sin embargo, existen estudios de imagen como la Resonancia Magnética o la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) que ayudan a descartar otras entidades con síntomas similares.
Dr. Héctor Rubén Martínez Hernández
El diagnóstico de la Enfermedad de Parkinson (EP) es meramente clínico, basado en criterios que toman en cuenta la presencia los síntomas cardinales, sin embargo, existen estudios de imagen como la Resonancia Magnética o la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) que ayudan a descartar otras entidades con síntomas similares.
A pesar de que hasta el día de hoy la EP no se puede prevenir o detener, existen viarias investigaciones alrededor del mundo sobre tratamientos que intentan atacar los procesos que llevan a la degeneración. Estas incluyen medicamentos que actúan en la vía de la dopamina o modulando la inflamación y otros más estimulando el desarrollo de las neuronas que se están perdieron en el proceso de esta enfermedad.
Tratamiento para el parkinson
Hasta el día de hoy el tratamiento de la Enfermedad de Parkinson se basa en el control de síntomas supliendo la función de la dopamina, y otros transmisores neuronales, a través de medicamentos por vía oral, parches transdérmicos o infusiones por diferentes vías. Cuando la progresión de la enfermedad y los efectos adversos de estos medicamentos deterioran aún más la calidad de vida de las personas con Enfermedad de Parkinson, otras alternativas como las terapias dopaminérgicas continuas (bombas de infusión de medicamentos) o cirugía con la colocación de un neuromodulador (marcapasos cerebral) son la mejor opción para mantener la calidad de vida de los pacientes.
En cuanto a los medicamentos, los agonistas dopaminérgicos (como pramipexol, rotigotina o apomorfina) estimulan a la vía dopaminérgica mejorando la coordinación de movimientos a semejanza de la levodopa, que se transforma directamente en dopamina, que es el medicamento más potente y efectivo contra los síntomas. Los anticolinérgicos (biperideno o trihexifenidilo) se utilizan mejor en el control del temblor de pacientes jóvenes. La amantadina es otro antiparkinsónico con utilidad en el control de complicaciones como las discinesias (movimientos involuntarios) que aparecen al tener que utilizar dosis altas de levodopa. Algunos otros medicamentos como la selegilina o rasagilina (inhibidores de la MAO) o los inhibidores de la COMT (entacapona) permiten “ahorrar” la dopamina que todavía se produce internamente o mejorar el rendimiento de la levodopa que se administra externamente.
Rehabilitación física y terapia
Por otro lado, la actividad física desde el inicio es una piedra angular en el manejo de los pacientes con Parkinson ya que permite mejorar y mantener la movilidad corporal y hacer más eficaz al tratamiento médico. Para pacientes con una enfermedad avanzada es necesario una Terapia de Rehabilitación dirigida que incluya trabajo en un gimnasio de rehabilitación con profesionales para mejorar la marcha, los arcos del movimiento, el equilibrio y el habla que representan los retos más importantes en el día a día de estos pacientes.
El tratamiento quirúrgico en la Enfermedad de Parkinson es hoy en día una realidad que ha cambiado la calidad de vida de miles de pacientes alrededor del mundo. Existen varios tipos de tratamiento con cirugía que van desde lesiones en áreas estratégicas dañadas por la enfermedad hasta la colocación de células madre, factores de crecimiento celular o genes para suplir la perdida de neuronas o de la dopamina, sin embargo, actualmente la Neuromodulación -o Estimulación Cerebral Profunda (ECP)- es el procedimiento que mejores resultados ha dado utilizándose de forma rutinaria desde finales de la década de los 90´s. La ECP requiere de un equipo especializado para la correcta selección de los candidatos y para la realización del procedimiento ya que requiere de una precisa monitorización en el quirófano y de programaciones continuas después de la intervención. En México, el Centro Médico ABC a través de la Clínica de Parkinson y otros Trastornos del Movimiento en el Centro Neurológico cuenta con el mejor equipo humano, técnico y una amplia experiencia para la realización de esta terapia que beneficia a pacientes de cualquier edad en donde las complicaciones asociadas al tratamiento habitual deterioran la calidad de vida de estos pacientes.