Enfermedad de Parkinson, un problema hereditario
La Enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta los movimientos, el control y regulación del movimiento corporal. Es la expresión de una afectación de la síntesis o producción de dopamina (un neurotransmisor).
Sin embargo, la Enfermedad de Parkinson no sólo afecta la producción de dopamina, también repercute sobre otros circuitos de neuronas con otros neurotransmisores, es por eso que puede desencadenar otros problemas de salud que pueden comprender Depresión u otras afectaciones inherentes a las emociones.
La pérdida del olfato es otra de las consecuencias de esta enfermedad; incluso puede perjudicar al paciente a nivel cardíaco, que resulta de la pérdida de nervios en cuanto al corazón, es por esto que se puede desarrollar Disautonomía o trastornos del sueño.
¿Quiénes son más propensos a padecerla?
Aquellos que son familiares en primer grado de consanguinidad de un paciente afectado por esta enfermedad tienen mayor probabilidad de presentarla. Cabe aclarar que no es un hecho que la vayan a padecer, pero existe un riesgo más alto que en la población general.
Es una enfermedad, hasta este momento, poligénica. Se presume que no sólo hay afectación de un gen; para este efecto, debe indicarse que se han descrito más de 19 genes inherentes a la expresión de una proteína parkina y no hay una expresión única de la Enfermedad de Parkinson.
Clínicamente se distinguen dos formas en las que puede presentarse: provocando rigidez en el cuerpo de los pacientes o provocando temblor.
¿Qué se puede hacer por quienes viven con esta enfermedad?
El tratamiento no detiene a la Enfermedad de Parkinson, sólo compensa los neurotransmisores que han dejado de producirse. Lamentablemente, es una enfermedad progresiva que en su etapa final da lugar a un deterioro de la capacidad cognitiva, con pérdida de la inteligencia y de cualquier razonamiento.