Enfermedad ulceropéptica por consumo de analgésicos
Las úlceras pépticas son lesiones en la mucosa de la pared del estómago y del duodeno en el intestino.
Las causas para desarrollar una úlcera péptica son una infección bacteriana por Helicobacter pylori y el consumo prolongado de analgésicos como aspirina o ketorolaco. Un consumo excesivo de alcohol y tabaco también pueden favorecer su aparición y el estrés, mientras que los ayunos o alimentos pueden empeorar los síntomas en quienes se encuentran afectados.
Los analgésicos son probablemente de los medicamentos más consumidos en el mundo, su prescripción es habitual y la tendencia va en aumento, y es fácil acceder a ellos sin receta. Un consumo prolongado puede provocar algún daño a lo largo del tracto digestivo, desde pequeñas lesiones inflamatorias hasta úlceras y sus posibles complicaciones como sangrado o perforación.
¿Cuáles son los síntomas que se presentan?
Los síntomas de una úlcera péptica son: dolor en la boca del estómago, intenso de tipo ardoroso que puede acompañarse de náuseas, inflamación o sensación de llenado y eructos.
Las molestias suelen mejorar comiendo, incluso tomar leche puede aliviar el dolor casi como los antiácidos, sin embargo es común que 1 o 2 horas después de comer o a la toma de medicamentos aparezcan nuevamente los síntomas.
Cuando una úlcera se complica con sangrado pueden aparecer vómitos y/o evacuaciones característicamente oscuras por la presencia de sangre. Cuando se perfora, el dolor se intensifica y se agregan síntomas como fiebre, taquicardia, sudoración y malestar generalizado.
Las molestias estomacales pueden presentarse casi en un 50% de las personas que consumen analgésicos por tiempo prolongado, pero la aparición de síntomas no siempre indica la presencia de un problema grave, ya que de todas las personas que refieren síntomas, aproximadamente un 50% presentan lesiones en la mucosa del tracto digestivo, el resto no desarrolla.
Por otro lado, la mitad de los casos de pacientes que presentan úlcera péptica o complicaciones, no reportan síntomas o molestias previo al diagnóstico, lo que en ocasiones dificulta la detección temprana de este tipo de lesiones.
Tratamiento a seguir
Actualmente el porcentaje de pacientes en prescripción con analgésicos que desarrollan úlceras y complicaciones durante el primer año es muy bajo si son valorados previamente para determinar si tiene un riesgo bajo, moderado o alto de desarrollar complicaciones y seleccionar el analgésico, dosis y duración del tratamiento adecuados, si se requieren tratamientos complementarios para erradicar el H. Pylori, proteger el tracto digestivo o si se lleva otro tratamiento ajustarlo para no alterarlo.
Si un paciente llega a desarrollar úlceras por consumo de analgésico, se debe valorar, descontinuar o sustituir el tratamiento y se añaden protectores de la mucosa gástrica y antiácidos para mejorar los síntomas y permitir que las lesiones sanen.
Actualmente, gracias a la alta efectividad del tratamiento médico y técnicas por endoscopía es raro que la enfermedad se llegue a complicar y requiera del tratamiento quirúrgico.