Enfermedades de Transmisión Sexual: Más comunes de lo que pensamos
Las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) son un conjunto de afecciones que se transmiten durante o después de una relación sexual.
Estas pueden manifestarse tanto en hombres como en mujeres y pueden adquirirse por cualquier vía de contacto sexual.
Enfermedades más comunes y cómo prevenirlas
Existe una gran variedad de ETS, algunas de las más comunes son: Herpes, Gonorrea, Infecciones por Clamidia, molusco contagioso, Sífilis y Virus del Papiloma Humano (VPH).
La principal forma de prevenir una Enfermedad de Transmisión Sexual es mediante el uso de Métodos Anticonceptivos de barrera como el preservativo, ya sea masculino o femenino. Sin embargo, en algunos casos esta forma no es suficiente, ya que el condón sólo protege la parte que cubre y algunas enfermedades como el VPH se pueden adquirir con la presencia de lesiones fuera del área protegida.
Además, para prevenir una ETS es recomendable no tener una alta promiscuidad o realizarse estudios con frecuencia, tanto la persona como su pareja o parejas sexuales.
Intervención según el tipo de ETS
Las causas de las Enfermedades de Transmisión Sexual suelen ser virales, bacterianas, fúngicas o causadas por algún molusco contagioso. En la mayoría de los casos, la detección suele ser clínica, ya que algunas personas ignoran la presencia de Úlceras, verrugas o molestias urinarias que, por lo general, pasan desapercibidas. A esto se le suma el hecho de la pena o el temor de acudir a consulta por una posible ETS.
En algunos casos específicos, los primeros síntomas suelen desaparecer, aunque realmente lo que pasa es que la enfermedad progresa a un estado secundario. La recomendación es que en el momento en que la persona perciba alguna lesión o síntoma, acuda a una revisión con una persona especialista.
Los riesgos de no tratar una Enfermedad de Transmisión Sexual son diversos. En general, cuando una enfermedad no se atiende a tiempo, lo más probable es que progrese, deje de ser una afección localizada en los genitales y afecte otras partes del cuerpo o genere problemas como Infertilidad, Dolor Testicular Crónico, Prostatitis o problemas para orinar.
El tratamiento de las ETS dependerá de la causa. Sin embargo, es importante evitar la automedicación y acudir con personal capacitado en la atención de Enfermedades de Transmisión Sexual, ya que, cuando el tratamiento no es el adecuado, la situación puede empeorar.
Acude con un especialista
Las Enfermedades de Transmisión Sexual son más frecuentes de lo que pensamos. En la actualidad y con la gran apertura que existe hacia la sexualidad, las personas se encuentran en situaciones de riesgo de manera más frecuente. Por ello, es importante utilizar métodos preventivos como el condón y realizarse estudios periódicos para que, en caso de adquirir una ETS, la detección sea rápida y el tratamiento oportuno.