Epilepsia: cómo reconocerla y tratarla adecuadamente
La Epilepsia debe considerarse como una enfermedad o trastorno cerebral y tiene como síntoma principal las crisis epilépticas o convulsivas.
Las crisis epilépticas son fenómenos eléctricos que ocurren a nivel cerebral, que se acompañan de otras alteraciones. De esta forma, la Epilepsia es el diagnóstico de una enfermedad, por lo que requiere un tratamiento y un análisis de la causa que la provoca.
¿Cómo se diagnóstica la Epilepsia?
La Epilepsia se detecta a partir de su primer síntoma, que es la presencia de Crisis Convulsivas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no solamente una crisis debe ser convulsiva o con movimientos generalizados, crónico o convulsivos, sino que, también se debe considerar cualquier tipo de manifestación, síntoma o fenómeno que se ha presentado.
Por ejemplo, una desconexión, una alteración en el movimiento, ya sea en una postura rígida o con movimientos a veces involuntarios, que tienen una duración aproximada de 30 segundos a 1 minuto. Habitualmente, la manifestación puede ser intermitente durante el día, incluso puede durar por algunos instantes hasta desarrollarse un estado convulsivo persistente o estado epiléptico.
La Epilepsia es más frecuente en pacientes que tienen un daño neurológico previo, como en un niño que presenta retraso mental o alguna alteración por daño cerebral al nacer, o en personas que ya tienen antecedentes previos de crisis convulsivas en la familia.
Síntomas
Los síntomas de alerta son que un paciente se desconecte súbitamente o, por ejemplo, tiré un grito, en caso de una convulsión generalizada. Es importante mencionar que hay diferentes formas de diagnosticar los problemas neurológicos, como el Desmayo o el Síncope. En este caso, el paciente cae en el suelo pálido y previamente haya una sensación de perder gradualmente la fuerza y va tendiendo a desconectarse gradualmente con el medio externo.
En cambio, durante la Crisis Convulsiva el paciente no tiene un síntoma que dure segundos o minutos antes de caer, sino que cae súbitamente.
¿Cuál es el tratamiento a seguir?
El tratamiento a seguir es con medicamentos anticonvulsivos. En casos de que sea una Crisis Convulsiva provocada por algún problema, como una baja de la glucosa, un paciente mayor o un Infarto Cerebral y que haya convulsionado en ese momento se atiende la causa.
Sin embargo, cuando ya tenemos un paciente que tiene la persistencia de presentar crisis y que ha sido diagnosticado con Epilepsia, los fármacos son la primera elección.
Hay diferentes tipos de anticonvulsivos:
- Anticonvulsivos de primera generación, como la carbamazepina o fenitoína.
- Anticonvulsivos de segunda generación, como la lamotrigina o levetiracetam
Actualmente, existen otros antiepilépticos que tienen propiedades de interactuar menos con otros fármacos, que son más seguros y presentan menos efectos secundarios. Por lo que, se selecciona el anticonvulsivo dependiendo del tipo de crisis, ya que hay diferentes tipos de Epilepsia y para cada uno de ellos hay diferentes fármacos.
En el 80% de los casos, el paciente requerirá de fármacos. Pero hay un porcentaje de pacientes que tienen lo que llamamos Epilepsia de difícil control o fármaco-resistente. En este caso, se tiene que someter el paciente a una evaluación adecuada, porque puede ser que se trate de un paciente con alguna lesión en el que la solución del problema es la cirugía.
¿Cómo puede afectar nuestra calidad de vida?
La Epilepsia es una de las enfermedades que, en algunos casos, se considera como catastrófica por el hecho de que, por ejemplo, en el niño que tiene un problema de discapacidad o que tiene una Epilepsia que se desarrolla y que va gradualmente, es dramática la forma en que el familiar tiene que enfrentar a esta enfermedad, por lo tanto, debe atenderse de manera inmediata.
En el caso de un adolescente se pueden presentar problemas en la escuela. Mientras que, en un adulto, sobre todo cuando la Epilepsia es de difícil control, hay pérdida laboral. De tal manera que, aunque el 80% de los casos la Epilepsia es de un control adecuado, siempre debe ir de la mano la orientación por un neurólogo, para escoger el tratamiento adecuado y que no ocurran este tipo de problemas.