Estrés, cómo saber si lo sufro y qué hacer
El Estrés es un estado de tensión del organismo provocado por una fuerte carga emocional y/o física, hay ciertos niveles de presión que son estimulantes y nos ayudan a mejorar la ejecución
El Estrés es un estado de tensión del organismo provocado por una fuerte carga emocional y/o física. Desde pequeños nos encontramos sometidos a presiones que nos llegan desde muy diversos ámbitos, rendimiento escolar, comportamiento, expectativas que los demás o nosotros mismos nos hemos creado, relaciones sociales, aspecto físico, logros académicos y laborales, situación económica,etc.
Hay ciertos niveles de presión que son estimulantes y nos ayudan a mejorar la ejecución. Incluso la competitividad que algunas actividades implican puede resultar placentera si se mantiene a niveles moderados. Popularmente se considera que una persona está estresada cuando tiene una gran carga de trabajo, una agenda llenísima y dispone de muy poco tiempo libre, pero esto no es del todo cierto.
- El Estrés no es necesariamente negativo, es más, es un sistema de activación que nos permite reaccionar en situaciones difíciles. Solamente se convierte en un problema cuando provoca síntomas físicos (insomnio, aumento o disminución del apetito, enfermedades como Hipertensión, problemas cardiacos, inmunitarios, dermatológicos o de cualquier otro tipo) o psicológicos (manifestaciones de Ansiedad, irritabilidad, tristeza, Depresión, hostilidad, irritabilidad , abuso de alcohol y otras adicciones, tabaquismo , etc.). Estos problemas se dan cuando los niveles de estrés son excesivos o cuando el estrés se dispara por situaciones inocuas que no suponen una amenaza
- Los problemas derivados del Estrés aparecen en situaciones muy diversas, tanto por la sobrecarga física y/o emocional como en ambientes con pobreza de estímulos, situaciones de preocupación como el paro, dificultades económicas, problemas de pareja, relaciones con los hijos, sensación de soledad y en trabajos poco reconocidos socialmente
- El síndrome de Estrés pues se daría por la combinación de tres elementos: ambiente, pensamientos negativos y respuestas físicas. La intervención terapéutica va dirigida a actuar sobre estos componentes y consiste en una variada mezcla de estrategias que incluye el abordaje médico y farmacológico en los casos más extremos, donde estarían indicados fármacos como los antidepresivos y ansiolíticos en primera instancia. Aunque, si bien la medicación puede suponer una ayuda importante al principio, posteriormente debe ser retirada y se hace necesario adquirir estrategias de afrontamiento y resolución de problemas. Es también de vital importancia el análisis de las conductas y pensamientos que intervienen en la génesis y mantenimiento de los problemas. Asímismo debemos estudiar y cambiar los hábitos de nuestra vida que resulten nocivos para nosotros mismos.
El abordaje de los aspectos relativos a las conductas, así como a los pensamientos y creencias disfuncionales tanto a nivel de prevención de la aparición de estrés como de tratamiento cuando se evidencian problemas resulta muy efectivo y hay diversos tratamientos que lo contemplan. Uno de ellos con una efectividad reconocida ampliamente son las terapias de corte cognitivo-conductal, especializadas en este tipo de situaciones.