¿Existen las huellas dactilares de las enfermedades?
Como si se tratase de una película de ciencia ficción, los investigadores han sido capaces de determinar las huellas únicas e irrepetibles de las enfermedades
En el año 2014 se detectó un problema bastante serio ya que hubo un aumento en la cantidad de bacterias resistentes en muchos bebés. Como causa principal se identificó al Staphylococcus Aureus, una bacteria demasiado resistente a la meticilina. En dicho año se volvieron muy comunes los incidentes con la presencia de las infecciones provocadas por la bacteria.
Los especialistas recurrieron a la tecnología de identificación de ADN, que actuó muy similar a como cuando un detective coloca polvos especiales para obtener las huellas dactilares de un posible sospechoso, exactamente igual es con la identificación del ADN, así que es posible obtener las “huellas” de una enfermedad particular, lo que determina su identidad genómica. Fue entonces que se halló un patógeno presente en la mayoría de los bebés, mucho antes de que mostraran algún signo de infección.
Gracias a esa identidad genómica se pueden identificar los tipos exactos de bacterias que pueden provocar posibles epidemias, de tal manera que se pueda prevenir su propagación.
En la actualidad, se usa este tipo de criminalística de alta tecnología, se trata de una Investigación de Enfermedades Infecciosas donde se han desarrollado tecnologías que sirven para resolver otros misterios médicos, ya que permite dar a los pacientes aquejados por diversas infecciones, un diagnóstico que antes era imposibles de obtener.
¿Cómo se ve la vida desde el mundo microbiano?
La complejidad de los microbios es tal que apenas los científicos comienzan a desentrañar ese mundo tan fascinante. Ellos cubren prácticamente todas las superficies del planeta, incluido el cuerpo humano, de ahí que diversos investigadores estén seguros de que no se ha explorado por completo este territorio virgen, ya que en el planeta tierra posiblemente haya un billón de especies microbianas que no han sido estudiadas.
El polvo para huellas dactilares hace que se vean de manera clara y distintiva los patrones y grietas que una huella posee. Por eso, esta nueva tecnología permite ver con exactitud patrones que antes eran imposibles.
Se cree que es el mejor momento para la microbiología ya que hay muchos de los cuales todavía no tienen nombre, como es el caso de los que viven en el cuerpo humano.
El mundo al alcance del microscopio
Gracias a los avances tecnológicos y la microbiología, los investigadores han podido realizar una secuenciación del ADN microbiano tomándolo directamente del ambiente sin cultivarlos en un laboratorio de manera previa. Incluso, gracias a este paso, el costo de la secuenciación ya no es considerado un lujo, sino una necesitad en términos genómicos, porque la crisis de resistencia bacteriana es cada vez más fuerte.
Año tras año, son más las bacterias que muestran resistencia a antibióticos que normalmente habrían servido para tratarlos por lo que se prevé que las bacterias serán cada vez más resistentes, al punto de que sólo se pueden atacar desde su forma genética, por lo que las huellas genómicas son fundamentales.
La llamada resistencia antimicrobiana no afecta a todos de la misma manera, ni exactamente en el mismo momento, pero sí puede afectar a cualquier paciente y estar expuesto en cualquier institución médica.
Es por esto que diversos laboratorios, han creado muchos métodos para identificar bacterias resistentes a los antibióticos que pueden ayudar a mantener este asunto bajo control en el entorno de la salud.
En el caso del 2014 fue necesario tomar muestras de las superficies de la unidad, de los orificios nasales, las axilas e ingles de los bebés ingresados para buscar rastros de la bacteria resistente a los antibióticos.
En algún momento del estudio que abarcó tres años fue necesario obtener muestras todas las semanas, se hicieron los cultivos y se extrajo el ADN de las especies bacterianas para hacer la secuenciación.
Fue hasta terminar de realizar las secuencias que se descubrió que la unidad estaba bajo el ataque de dos cepas resistentes de la bacteria, lo que se pude determinar gracias a sus huellas genómicas únicas.
Después de aislar a los bebés afectados, se les dio el tratamiento adecuado con el antibiótico necesario para poder erradicar el Staphylococcus Aureus, este caso sirvió para poder estudiar otras tantas infecciones.
La tecnología sirve para ver si es una epidemia, porque cuando las cepas no están relacionadas, no hay epidemia. No toda infección se adquiere como parte de una epidemia, ya que también pueden presentarse de forma esporádica. Saber que hay una epidemia es tan útil como saber que no la hay. No toda infección se adquiere como parte de una epidemia. Saber que hay una epidemia es tan útil como saber que no la hay.
Otro caso para la genómica
Fue en el año 2016 cuando se presentó el caso de un hombre de 52 años con una infección en la Prótesis de Rodilla. Seis meses después de la cirugía comenzó con dolor y fue atendido con antibióticos, pero nada resultó. Al cabo de varios ciclos con diversos antibióticos se determinó retirar la Prótesis, entonces se realizó la técnica más un proceso extra: tomar una muestra y hacer una secuenciación completa, mediante una técnica llamada secuenciación metagenómica en escopeta, que categoriza a lo humano y a lo bacteriano y se usan sustancias químicas para abrir las células humanas y retirar el ADN liberado, pero dejar ilesa a la bacteria.
Sólo a través de ella se pudo determinar específicamente la huella de esa bacteria, que resultó ser la Mycoplasma salivarium, presente en la saliva de personas sanas, para poder erradicarla con el antibiótico correcto: la doxiciclina.
Si bien la genómica no va a lograr que la resistencia a los antibióticos desaparezca, se asegura que sí va a aportar la información necesaria para combatirla de forma más sabia.
Se espera que con el uso del análisis de la secuenciación se pueda estudiar mejor a los patógenos, conocer su proceso de propagación y descubrir los genes que los hacen particularmente peligrosos o resistentes a diversos fármacos.