Fibromialgia y Sensibilidad Química Múltiple: Un Análisis Diagnóstico
La prevalencia de Fibromialgia y Sensibilidad Química Múltiple se estima en un 2-4% en la población general, siendo más frecuente en mujeres que en hombres.
Esto significa que es mucho más frecuente que todas las enfermedades reumáticas, excluyendo la Osteoartritis, al ser una enfermedad frecuente, es suficiente con un alto índice de sospecha, en el contexto clínico específico, para diagnosticar Fibromialgia. La falta de marcadores objetivos o medidas clínicas confiables y válidas para el diagnóstico de FMS ha sido un problema importante en la investigación y el manejo clínico.
Con los criterios ACR de 2010, se informó una sensibilidad del 96.6 % y una especificidad del 91.8 % para discriminar FMS de Artritis Reumática (AR) y Osteoartritis (OA).
Análisis del problema
Se valora a una paciente del sexo femenino, que se encuentra en su tercera década de la vida, quien acude a consulta tras presentar síntomas dolorosos de naturaleza continua por al menos dos años, con exacerbaciones o recurrencias agudas frecuentes, entre los que destacan malestar inespecífico de predominio en extremidades inferiores, en menor medida superiores, así como genital, de intensidad variable, pobremente localizado.
El dolor en extremidades empeoró cinco meses antes de que acudió a consulta, agregándose además sensación de entumecimiento en pulpejos de manos y pies. Como dato adicional, alteraciones leves en funciones mentales superiores (dificultad para concentrarse y fatiga mental).
También acusó sensación de sequedad ocular leve y tener historia de alergias respiratorias múltiples, así como a cefalosporinas, además de que es común la intolerancia gástrica intensa con meteorismo (Novovartalon) e incluso con aparición de síntomas neurovegetativos (duloxetina) como palpitaciones y cefalea, con dosis bajas de fármacos.
A la exploración física, destaca:
- Desviación del tabique de la nariz hacia el lado izquierdo
- Tiene Alodinia en al menos 10 puntos clásicos (puntos gatillo)
- Espasmo y Dolor en Músculos laterales del cuello, así como dorsales en cuello, tórax y cintura escapular
- Una Biometría Hemática y química de 35 elementos (incluye PFH y PCRu), todo en límites normales
¿Por qué se justifica el síndrome de Fibromialgia y un probable Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple?
Los criterios de diagnóstico de Fibromialgia incluyen:
- Dolor generalizado (WPI): el dolor debe estar presente en ambos lados del cuerpo, así como por encima y por debajo de la cintura. Debe estar presente en al menos cuatro de cinco regiones: lado izquierdo del cuerpo, lado derecho del cuerpo, arriba de la cintura, debajo de la cintura y dolor esquelético axial (columna vertebral, pecho o espalda).
- Duración de los síntomas: Los síntomas deben estar presentes durante al menos tres meses.
- Descartar la presencia de otros trastornos: Se deben descartar otras posibles causas de los síntomas mediante evaluación médica.
La Fibromialgia se considera un diagnóstico de exclusión, lo que significa que se deben descartar otras afecciones antes de diagnosticar la Fibromialgia.
Síndrome de sensibilidad clínica múltiple
La Sensibilidad Química Múltiple (MCS) es una afección en la que las personas tienen una hipersensibilidad aguda a niveles bajos de sustancias químicas que se encuentran en sustancias cotidianas, como agentes de limpieza para el hogar, pesticidas, pintura fresca, alfombras nuevas, materiales de construcción sintéticos, papel de periódico, perfumes y muchos otros productos petroquímicos.
Esta condición sigue siendo un misterio para la comunidad médica, y se desconoce su verdadera tasa de prevalencia porque muchos casos no se idéntica ni notifica como SQM. Los pacientes (tanto hombres como mujeres) se quejan de muchos síntomas subjetivos, como irritación de la nariz y la boca, dolor de garganta, disnea, cansancio, mareos, dolor de cabeza y dificultades de concentración.
Tratamiento
Existen diversas opciones de tratamiento para la Fibromialgia, el cual siempre debe ser multidisciplinario (se obviarán los detalles al respecto). En este caso en particular, el tratamiento farmacológico, se dividió en tres grandes apartados:
- Mejoría del espasmo y dolor asociado, para lo cual se empleó un fármaco de combinación con relajante muscular y acetaminofén con incremento gradual de la dosis hasta encontrar la adecuada para ella. Tuvo una buena respuesta a la primera línea instaurada.
- Dado que el espasmo muscular tendía a recaer, además de presentar síntomas de ansiedad y problemas para conciliar el sueño, se dio igualmente con aumento gradual, un antineurítico análogo del ácido gammaminobutirico, de acción sobre la subunidad auxiliar proteína, del canal de Ca+2. Esto hasta lograr la dosis mínima efectiva en la paciente.
- Dado que tiene un fuerte componente de sensibilización central, así como la historia previa de intolerancia a un inhibidor dual, se inicia de forma gradual un inhibidor potente de la recaptura de 5- hidroxitriptamina (serotonina), sin acción sobre otros canales y sin efecto antimuscarínico (dado que tiene síntomas de sequedad ocular).
Con estas terapias, la paciente tuvo una mejoría de al menos 60% en la segunda consulta y cercana al 80% en la tercera, presentando algunas “pequeñas recaídas”, para lo cual se instauran medidas generales adicionales, reforzando con educación sobre las mismas (alimentación saludable antiinflamatoria y ejercicio aeróbico regular con metas a disminuir al menos un 20% del peso corporal actual).