Fobia y miedo al dentista, causas y factores que influyen
Es importante diferenciar entre el miedo al dentista y la ansiedad o fobia al dentista, pues el tratamiento para superarlos es diferente
Se estima que un 50 % de la población puede sentir algún síntoma de estrés o ansiedad durante la visita al dentista. También que un 33% de las personan tiene miedo y hasta un 12% tiene fobia al dentista, lo que conlleva a cancelar o postergar la visita al especialista y la consiguiente agravación del problema bucodental, algo que no hace sino aumentar la Ansiedad y el estrés, repercutiendo directamente en la autoestima del paciente y su relación con el entorno.
Es importante diferenciar entre el miedo al dentista y la Ansiedad o fobia al dentista, pues el tratamiento para superarlos es diferente. El miedo se produce siempre durante el tratamiento y el paciente reacciona obstaculizándolo y dificultando el trabajo del odontólogo haciéndolo menos efectivo e incluso impidiéndolo. En cambio, la Ansiedad o fobia se desencadena antes del tratamiento, el paciente solo con pensar que debe ir y recordar algo relacionado con el tratamiento desencadena un cuadro de Ansiedad, presentando síntomas como: manos temblorosas, taquicardia, sudores repentinos, dificultad para respirar e incluso dolores de estómago.
En la odontofobia o fobia al dentista el paciente tiene un miedo irracional y mucho más fuerte que conduce a evitar el cuidado dental. Durante el tratamiento odontológico los miedos más frecuentes que aparecen son: a la jeringa, al piquete, al dolor con algún instrumento o aparato y al ruido de la turbina o torno.
Los principales factores que influyen en que se pueda desencadenar un cuadro de ansiedad a la hora de ir al dentista son:
- Haber tenido una escasa educación escolar primaria
- No haber visitado al dentista desde pequeños
- Malos hábitos higiénicos
- Tiempo de espera prolongado en la consulta
- Un número excesivo de pacientes en la sala de espera
- Estar con la boca abierta mucho tiempo
- El olor de la consulta o en el gabinete
- Una mala praxis por parte del odontólogo
- Que el odontólogo se atrase en el tratamiento
- Sesiones de tratamiento de larga duración
- La visión de la aguja
- La sensación de la inyección
- El ruido de la turbina
Todos estos miedos son estímulos que pueden provocar una amenaza o un peligro y pueden llegar a ocasionar una interferencia en el seguimiento del tratamiento hasta hacer que el paciente evite el acudir al odontólogo, agravándose entonces el problema y creando un círculo vicioso con un deterioro progresivo de su salud bucal.
En definitiva lo que al principio solo era un miedo se puede llegar a convertir en una fobia o pánico al dentista.
La causa más frecuente del "pánico al dentista" es el haber tenido experiencias traumáticas odontológicas (sobre todo en la infancia y adolescencia) y como segunda causa se aduce a una falta de "psicología del profesional". La misma percepción del dolor es muy diferente en cada persona y lo que para unos es un procedimiento inocuo para otros puede ser muy molesto.
Hay que insistir en que muchas veces hay una falta de comprensión tanto por parte del profesional como de su entorno y estas personas se ven totalmente impotentes, creándoles problemas psíquicos que pueden llegar a ser más importantes que el problema bucodental que tienen, llegando incluso a cuadros importantes de depresión.
Por todo ello, es muy importante un diagnóstico correcto y aplicar el tratamiento más adecuado en cada caso que permita superar este problema y recuperar la confianza perdida.