Glaucoma: Enfermedad ocular silenciosa (Parte 2)
El glaucoma es similar a ver a través de un túnel y conforme va avanzando la enfermedad este se va reduciendo, se estima que para el 2020 existan 76 millones de personas con la enfermedad.
Causas y síntomas de Glaucoma
Aunque aún está en investigación que genera la afectación al sistema de drenaje del ojo (trabéculo), algunas condiciones pueden favorecer su aparición:
- Antecedentes familiares de glaucoma
- Edad (más frecuente en personas de edad avanzada)
- Miopía
- Diabetes Mellitus
- Afrodescendencia
- Enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial)
- Traumatismos o intervenciones quirúrgicas oculares
- Haber sido diagnosticado con presión intraocular elevada
- Consumo de esteroides
Las personas con una o varias de estas circunstancias, deben realizarse un examen oftalmológico completo al menos una vez al año a partir de los 40 años y por el resto de la vida. Ya que un diagnóstico y tratamiento oportunos, así como establecer las pautas de seguimiento para cada caso en particular, constituyen la manera más eficaz para evitar la progresión de esta enfermedad.
El glaucoma es una enfermedad ocular silenciosa en la mayoría de los casos. La mayoría de las personas con este padecimiento no presentan síntoma alguno. Así que es posible que la persona no se dé cuenta que está perdiendo la visión periférica hasta ser demasiado tarde.
Sin embargo, se puede sospechar la presencia de glaucoma si se presenta uno o más de los siguientes síntomas:
- Visión borrosa o fluctuante.
- Pérdida de visión lateral o periférica.
- Dolor de cabeza (cefalea).
- Dolor en el ojo.
- Visión de halos de colores en las luces.
- Náuseas y vómito.
- Dificultad visual al cambiar a sitios de baja iluminación.
- Necesidad de cambio frecuente en la graduación de los anteojos.
No es recomendable esperar a presentar síntomas de esta enfermedad, particularmente si existen antecedentes familiares de este padecimiento.
Diagnóstico
El diagnóstico se efectúa mediante un examen oftalmológico completo, en el cual se obtendrá la agudeza visual del paciente, la determinación de la presión intraocular, el estudio del ángulo de la cámara anterior del ojo (gonioscopía), y la revisión del fondo de ojo. Así como estudios complementarios que permiten confirmar el diagnóstico y dar seguimiento al padecimiento como son:
- Campimetría (estudio de los campos visuales).
- Tomografía de coherencia óptica (estudio de análisis estructural del nervio óptico).
Tratamiento
El glaucoma no tiene cura y cuando al diagnosticarse ya se ha presentado un porcentaje de pérdida del campo visual y de daño al nervio óptico; este no podrá recuperarse. Sin embargo, una vez diagnosticado y tratado de manera adecuada puede controlarse y evitar su progresión.
El tratamiento se basa en el control estricto y disciplinado de la presión intraocular. Este puede incluir:
- Medicamentos (gotas o pastillas) para mejorar la salida del humor acuoso del ojo o disminuir la producción del mismo.
- Cirugía laser (diversas aplicaciones).
-Intervención quirúrgica (múltiples técnicas que buscan el mismo fin)
-Combinación de estas terapias.