Glaucoma: Factores de riesgo y medidas de prevención para proteger la salud visual

Glaucoma: Factores de riesgo y medidas de prevención para proteger la salud visual

Editado por: Luis Ángel Cortina Sánchez el 15/10/2024

El Glaucoma es una enfermedad crónica del ojo que puede provocar una pérdida gradual de la visión y, si no se trata a tiempo, llevar a la ceguera.


Factores de riesgo del Glaucoma

El Glaucoma afecta principalmente al nervio óptico, el cual se encarga de transmitir las señales visuales desde el ojo hasta el cerebro. Si bien cualquier persona puede desarrollar esta enfermedad, existen ciertos factores que aumentan el riesgo, como:


1. Edad

El principal factor de riesgo para el Glaucoma es la edad. A partir de los 40 años, el riesgo de desarrollar Glaucoma comienza a aumentar de manera significativa. Cada década que pasa, el riesgo se duplica. Esto se debe a que, con el envejecimiento, los mecanismos naturales del ojo pueden deteriorarse, afectando la presión intraocular y la salud del nervio óptico.


2. Genética y antecedentes familiares

Otro factor importante es la genética. Si tienes familiares cercanos, como padres o hermanos, que padecen Glaucoma, tu riesgo de desarrollarlo es mucho mayor. Este riesgo aumenta con el número de familiares afectados y la cercanía de la relación genética. Por ello, si hay antecedentes familiares de Glaucoma, es crucial realizarse revisiones oftalmológicas periódicas, incluso antes de notar cualquier síntoma.


3. Presión intraocular elevada

La presión intraocular alta es otro factor clave. Esta presión se refiere a la cantidad de líquido dentro del ojo que ejerce fuerza contra las paredes del globo ocular. Un aumento en esta presión puede dañar el nervio óptico, lo que, con el tiempo, puede llevar al Glaucoma. La presión ocular se mide en el consultorio de un Oftalmólogo y es un factor que, a diferencia de la edad o la genética, se puede modificar con tratamiento.


Síntomas del Glaucoma

Uno de los mayores desafíos del Glaucoma es que no presenta síntomas evidentes en las primeras etapas. En la mayoría de los casos, las personas no se dan cuenta de que están perdiendo la visión hasta que el daño es significativo.


El Glaucoma afecta la visión periférica (la capacidad de ver lo que está a los lados), lo que significa que la pérdida de visión es gradual y puede pasar desapercibida.


Glaucoma agudo: cuando hay síntomas

Solo un pequeño porcentaje de personas, alrededor del 10%, experimenta síntomas más evidentes debido a un tipo de Glaucoma llamado Glaucoma agudo. Estos síntomas pueden incluir:


En estos casos, es importante buscar atención médica inmediata para evitar complicaciones graves.

 

Diagnóstico del Glaucoma

Dado que el Glaucoma es una enfermedad silenciosa, la mejor forma de detectarlo es a través de revisiones oftalmológicas regulares. En una consulta de Oftalmología, el especialista realizará varias pruebas para evaluar la salud del ojo y detectar signos de Glaucoma.

 

Las pruebas diagnósticas incluyen:

  • Toma de agudeza visual: evalúa qué tan bien puedes ver los objetos a diferentes distancias
  • Medición de la presión intraocular: mide la presión dentro del ojo, ya que una presión alta puede ser un indicio de Glaucoma
  • Examen de fondo de ojo: permite al oftalmólogo examinar el estado del nervio óptico y detectar cualquier daño
  • Campimetría: mide el campo visual para detectar pérdidas de visión periférica
  • Tomografía de Coherencia Óptica (OCT): esta prueba avanzada permite obtener imágenes detalladas del nervio óptico y evaluar su estructura y salud


Prevención del Glaucoma

Aunque el daño causado por el Glaucoma es irreversible, existen medidas que pueden tomarse para prevenir su aparición o detener su progreso si ya ha comenzado.


1. Revisiones oftalmológicas periódicas

Si tienes factores de riesgo como edad avanzada, antecedentes familiares o presión intraocular elevada, es fundamental realizarte revisiones periódicas con un oftalmólogo, incluso si no has notado problemas visuales. La detección temprana es clave para prevenir el daño irreversible del Glaucoma.


2. Control de la presión intraocular

El único factor de riesgo que se puede modificar es la presión intraocular. El control de esta presión es esencial para prevenir el Glaucoma o evitar que avance. Existen diferentes tratamientos para reducir la presión ocular:

  • Gotas oftálmicas: son el tratamiento más común y ayudan a disminuir la producción de líquido en el ojo o a mejorar su drenaje
  • Medicamentos orales: en algunos casos, el médico puede recetar medicamentos para controlar la presión intraocular
  • Cirugía o rayo láser: cuando los tratamientos médicos no son suficientes, se puede recurrir a procedimientos quirúrgicos o láser para reducir la presión dentro del ojo


Importancia del tratamiento y seguimiento

El Glaucoma es una enfermedad crónica que avanza lentamente. Si no se trata, puede llegar a causar una pérdida total de la visión. Sin embargo, con un tratamiento adecuado y un seguimiento constante, es posible controlar la enfermedad y evitar que progrese.


Es importante que las personas que ya han sido diagnosticadas con Glaucoma sigan rigurosamente el plan de tratamiento recomendado por su oftalmólogo y acudan a las revisiones periódicas. Esto ayudará a detener el avance de la enfermedad y proteger la visión restante.

 

El Glaucoma es una enfermedad seria que puede llevar a la ceguera si no se detecta y trata a tiempo. Los factores de riesgo principales, como la edad, los antecedentes familiares y la presión intraocular elevada, deben ser tomados en cuenta, especialmente en personas mayores de 40 años.


Las revisiones oftalmológicas periódicas y el control adecuado de la presión intraocular son claves para prevenir o detener el avance de esta enfermedad silenciosa. Si tienes algún factor de riesgo, no dudes en consultar a un especialista en Oftalmología para proteger tu visión a largo plazo.

Oftalmología en Colima