Gonorrea: enfermedad frecuente en hombres
La gonorrea es una infección de transmisión sexual de tipo bacteriana. Su tratamiento se basa en la ingesta de antibióticos y las estadísticas indican que afecta más a hombres que a mujeres.
¿Qué es la gonorrea?
La gonorrea es una infección bacteriana de transmisión sexual. El tratamiento es, evidentemente, cualquier cosa que pueda utilizar una persona para tener sexo seguro, en este caso sería una pareja estable y que no tenga enfermedad o, el preservativo también puede ayudar a prevenirlo, al estar presente la enfermedad es necesario que sea tratada por un infectólogo.
Una vez adquirida el tratamiento es con antibiótico, generalmente es bastante sencillo, inclusive una dosis de antibiótico puede ser suficiente siempre y cuando sea el adecuado; puede ser intramuscular, pero muchas veces se le trata cuando tiene una manifestación, la más típica es una secreción a través de la uretra o una uretritis, en este caso se trabaja en conjunto con un tratamiento para otra bacteria, porque a veces la gonorrea y clamidia van de la mano. Entonces el tratamiento puede ser por una inyección o un tratamiento de antibiótico tomado por 7 días.
Uretritis, principal indicador
Los síntomas pueden ser muy diversos porque la gonorrea puede afectar varias zonas, pero el más común en el hombre es una uretritis, que quiere decir dolor a través de la pelvis; puede ser una secreción tipo purulenta a través del pene, dolor y ardor.
En la mujer puede ser un poco más variado, puede dar un poco de inflamación a nivel del cérvix, o como tal una cosa que se llama enfermedad pélvica inflamatoria, que se caracteriza por flujo vaginal, dolor abdominal del abdomen bajo, fiebre y malestar general.
Hay una estadística interesante que indica que afecta un poco más a los hombres.
Si padece de una ITS puede ser propenso a adquirir otra mucho más seria
Esta es una infección que muchas veces no se diagnostica y, en Estados Unidos por ejemplo, es la causa infecciosa número 2 por la que van a consulta los pacientes.
Una persona que ya tiene infecciones de transmisión sexual (como puede ser gonorrea, que es relativamente algo sencillo de tratar y de diagnosticar en manos adecuadas) es propensa a tener otro tipo de ITS más serias como el VIH.