Gota: exceso de ácido úrico
La gota es una enfermedad de las articulaciones que consiste en la acumulación de ácido úrico en las mismas, lo que causa dolor, la mayoría de las veces en el primer dedo de los pies.
¿Qué es la gota?
La gota es una forma de artritis dolorosa y potencialmente incapacitante que se manifiesta cuando un exceso de ácido úrico se acumula, formando depósitos de cristales de urato en las articulaciones, esta enfermedad debe de ser atendida por un reumatólogo.
Inflamación dolorosa
Los primeros síntomas son episodios intensos de inflamación dolorosa en articulaciones, la mayoría de las veces en los pies (primer dedo), con enrojecimiento y aumento de la temperatura local. Pueden afectarse varias articulaciones y presentar cuadros de artritis crónica. El ácido úrico también puede depositarse en el tracto urinario y generar cálculos renales, así como en tejidos blandos formando depósitos de ácido úrico que se conocen como tofos.
Causas de la gota
La gota ocurre por aumento en la producción de ácido úrico, o más frecuentemente porque los riñones no son capaces de eliminar adecuadamente el ácido úrico del organismo. Está relacionada estrechamente a otros problemas como obesidad, hipertensión arterial, diabetes y alteraciones de lípidos (colesterol y triglicéridos).
Anti inflamatorios como base del tratamiento
El tratamiento de los ataques agudos de gota consiste en administrar colchicina y anti inflamatorios no esteroideos para aliviar el dolor y la inflamación. En personas que no pueden recibir los anti inflamatorios debido a afección renal o el uso de anticoagulantes se pueden indicar corticoesteroides orales o intramusculares por un periodo de tiempo corto. Aunado a esto, el reposo de la articulación y el frío local ayudan a mejorar el dolor y la inflamación.
El tratamiento a largo plazo de la gota crónica para disminuir el ácido úrico y prevenir los ataques agudos consiste en medicamentos que bloquean la producción de ácido úrico. El objetivo del tratamiento es reducir los niveles de ácido úrico por debajo de 6 mg/dl para prevenir ataques agudos.
Es importante evitar ciertos alimentos y fármacos que pueden elevar los niveles de ácido úrico, entre ellos los mariscos, carnes rojas, alcohol en exceso (en especial cerveza), alimentos ricos en fructosa, aspirina en dosis bajas, diuréticos y medicamentos inmunosupresores como tacrolimus y ciclosporina.
Un estilo de vida saludable, clave para prevenirla
Un estilo de vida saludable puede ayudar a mantener los niveles de ácido úrico estables, incluyendo mantener un peso adecuado, evitar el consumo de alcohol y de bebidas con alto contenido de fructosa y los alimentos ricos en purinas.