Gota: ¿se puede prevenir?
La gota es una enfermedad metabólica que se presenta por el aumento en el depósito de ácido úrico, el cual es una especie de cristal.
¿Qué causa la gota?
En un organismo que funciona normal, el ácido úrico es metabolizado. En caso del paciente con gota, el ácido úrico no se metaboliza tan rápidamente y se empieza a acumular. Esto provoca que el ácido úrico llegue a la articulación generando artritis, es decir, inflamación y dolor en el sitio donde se concentra el ácido úrico. Este dolor en el área concentrada de ácido úrico es conocido como un ataque de gota agudo o crisis gotosa.
Generalmente, los síntomas de la gota se manifiestan en el área donde se deposita el ácido úrico. El lugar más común donde aparece el ataque inicial de gota, casi en el 90 por ciento de los casos, es en la primera articulación del pie, específicamente en el dedo gordo donde se manifiesta el dolor. Este padecimiento debe de ser tratado por un reumatólogo.
Dos causas principales de la gota
Las causas de la gota son dos principalmente. La primera es cuando no se elimina adecuadamente el ácido úrico del organismo porque le falta un enzima que es el que ayuda a metabolizarlo. La segunda causa de la gota es cuando el paciente consume cantidades excesivas de proteínas llamadas purinas.
Las purinas hacen que se forme más ácido úrico en el cuerpo y aunque la eliminación funcione bien, si se guarda mayor cantidad de ácido úrico y se están ingiriendo de más esas purinas, el cuerpo no va a tener la capacidad de eliminar adecuadamente el ácido úrico.
Tratamiento en dos partes y modos preventivos
El tratamiento para la gota en la etapa aguda tiene como objetivo inicial quitar el dolor y la inflamación. Sin embargo, este no va a ser el tratamiento definitivo. A largo plazo lo que se tiene que estudiar en el paciente es lo que está pasando realmente porque esa persona no es capaz de eliminar por sí misma el ácido úrico.
Por tal motivo, lo principal es reducir en el paciente el nivel de ácido úrico con un medicamento especial y evitar una segunda crisis de gota. Para prevenir la gota lo que se recomienda es una alimentación balanceada donde se fomenta la ingesta de lácteos, frutas y vegetales. Por otro lado, un paciente con gota debe disminuir el consumo de carnes rojas, las cuales tienen alto contenido en purinas; embutidos y bebidas alcohólicas.