Hablemos de Alergia
Son muchos los antígenos inhalantes que pueden producir Asma o Rinitis, pero los más frecuentes son los ácaros del polvo y los pólenes
El sistema inmunitario sirve para defender al organismo de agresores externos, sobre todo bacterias, virus y parásitos. La Alergia es una respuesta anómala de este sistema inmunitario que percibe como peligrosas sustancias inocuas como los pólenes o el polvo, y los ataca.
La patología más frecuente de causa Alérgica es el Asma, caracterizado por una sensación de ahogo, falta de aire y silbidos en el pecho. El Asma tiene una mortalidad baja, pero en cambio afecta cada vez a más personas, y además, los expertos auguran un aumento de la frecuencia de las enfermedades alérgicas en general y especialmente del Asma, en el mundo occidental. Este aumento se atribuye a la industrialización, los aditivos alimentarios y la disminución de las enfermedades infecciosas y parasitarias, que antes acaparaban la atención del sistema inmunitario.
La Rinitis Alérgica y la Rinoconjuntivitis son las Enfermedades Alérgicas más conocidas, ya que cada primavera se habla de ellas en los medios de comunicación. Se debe a los pólenes y se manifiesta por estornudos, mucosidad de nariz, picor nasal y de ojos, y a veces también obstrucción nasal. Algunas Rinitis se sufren durante todo el año, ya que son debidas a alergenos perennes como los ácaros o los epitelios de animales domésticos.
Son muchos los antígenos inhalantes que pueden producir Asma o Rinitis, pero los más frecuentes son los ácaros del polvo y los pólenes (gramineas, parietaria, etc.) y, con menor frecuencia, los epitelios de animales domésticos y los hongos de la humedad.
También hay patologías alérgicas que afectan a la piel: Dermatitis Atópica, Dermatitis de Contacto, Urticarias, Angioedemas (hinchazón de ojos, párpados o labios) que pueden ser debidos a una alergia a alimentos o a aditivos alimentarios y también a medicamentos.
Precisamente la Alergia a medicamentos puede dar cuadros muy graves de shock anafiláctico, incluso con resultado de muerte. Igualmente, grave puede ser la Alergia al veneno de abejas o avispas.
El tratamiento principal de una Alergia es siempre evitar el antígeno que la produce y para ello se han desarrollado una serie de medidas de protección frente los ácaros, hongos y pólenes, pero casi nunca el antígeno puede evitarse del todo y entonces hay que usar medicación farmacológica adecuada a cada caso.
En el tratamiento de una Alergia hay que destacar la Inmunoterapia, conocida como vacunas terapéuticas para la Alergia, que consiste en inyectar pequeñas dosis de polen o de ácaros para que el organismo se acostumbre a ellos. Suele dar muy buenos resultados con los ácaros, pólenes o veneno de insectos. Es el único tratamiento etiológico (de la causa) que puede ofrecerse al enfermo alérgico. Cuando está bien indicado y bien controlado por el Alergólogo es muy eficaz y tiene muy pocos efectos secundarios, ya que, al ser un producto biológico, no hay que metabolizarlo por hígado y excretarlo por riñón como los fármacos habituales.