Hernia de Disco Cervical: Causas, síntomas y cómo tratarla
La Hernia Cervical generalmente se origina de forma crónica debido a la deshidratación y debilitamiento gradual del disco con el tiempo.
Hernia de Disco Cervical ¿Qué es?
La Hernia Cervical implica un fallo en el disco intervertebral, similar al que ocurre en los discos lumbares. El contenido del disco, que es una sustancia gelatinosa más líquida que sólida, se sale y comienza a comprimir las raíces nerviosas y la Médula Espinal que se encuentra justo detrás del disco.
¿Cuáles son las causas?
La Hernia Cervical generalmente se origina de forma crónica debido a la deshidratación y debilitamiento gradual del disco con el tiempo. Es un proceso multifactorial que resulta del desgaste acumulativo a lo largo de los años.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas característicos de una Hernia Cervical Aguda incluyen un dolor tipo eléctrico que se irradia desde el cuello hasta el hombro, brazo y dedos. También puede haber entumecimiento en el brazo, que puede moverse de una parte a otra. A menudo, se acompaña de contracturas musculares en el trapecio y el deltoides. En casos más subagudos, los pacientes pueden experimentar problemas de equilibrio y coordinación.
¿En qué consiste el tratamiento?
El enfoque inicial debe ser no quirúrgico, utilizando medicamentos y rehabilitación. Sin embargo, cuando una Resonancia Magnética muestra que la Hernia comprime significativamente la médula espinal, y esto se considera un problema urgente, la cirugía puede ser necesaria. La Médula Espinal en la región cervical es más sensible y no tolera la compresión como en la región lumbar.
¿Qué complicaciones pueden presentarse de no ser tratada a tiempo?
La Cirugía de Hernia de Disco Cervical suele ser más simple que la Cirugía Lumbar. El abordaje quirúrgico es menos invasivo, lo que permite una recuperación más rápida. Sin embargo, antes de tomar cualquier decisión o someterse a un tratamiento, es crucial buscar la opinión de un experto en Cirugía de Columna en lugar de recurrir a quiroprácticos o terapeutas no cualificados.
Evitar la automedicación y las inyecciones en los discos es fundamental para prevenir complicaciones futuras.