Hernia Discal Cervical: ¿es necesaria la cirugía?
La Hernia Discal Cervical es una protuberancia que sobresale del espacio entre los discos de la columna vertebral.
Los discos son los amortiguadores de la columna; la ruptura de alguno de ellos da lugar a una Hernia de este tipo, la cual pellizca el nervio plexo cervical y causa molestias.
Los síntomas más comunes de una Hernia de Disco Cervical son los siguientes:
- Dolor en el cuello, brazos, omoplato y/o trapecio
- Debilidad en las manos
- Adormecimiento de los brazos
- Sensación de hormigueo en las manos
- Calambres
Del 90-95% de los pacientes logran recuperarse con tratamiento farmacológico, Terapia Física, Rehabilitación y ejercicios. En menos del 5% de los casos es necesaria una cirugía.
¿Qué pruebas médicas ayudan a diagnosticar la Hernia Discal Cervical?
Para diagnosticar una Hernia de Disco Cervical lo más importante es conocer todo acerca del dolor del paciente: cómo se irradia, cuándo empezó, con qué se asocia, con qué se agrava, con qué se disminuye.
Una vez sabido esto, es necesario hacer una exploración física para tratar de detectar el origen del dolor y dónde hay más o menos sensibilidad.
No son necesarios exámenes de laboratorio, pero sí pueden ser de utilidad la Radiografía y, principalmente, la Resonancia Magnética. Sin embargo, esta tampoco es 100% fidedigna, pues del 20-40% de los resultados son falsos positivos a Hernia de Disco Cervical.
En caso de que el paciente requiera cirugía, puede ser necesaria una Electromiografía, la cual estudia la conducción nerviosa y ayuda a corroborar el daño previo a la operación, así como las mejorías después de la misma.
¿Cuáles son las causas de la Hernia Discal Cervical?
El origen de la Hernia Discal Cervical es multifactorial, puede ser ocasionada por accidentes, mala postura o herencia. Aunque la causa real no se puede saber, es un hecho que entre más factores se descarten, mayor es la posibilidad de que el paciente se recupere.
La Hernia de Disco Cervical se puede prevenir, principalmente, con buena postura y un buen fortalecimiento de los músculos del cuello. La alimentación y el ejercicio también influyen, pero lo más importante para prevenir la Hernia y retardar el proceso degenerativo de los discos del cuello es conservar una postura correcta; es decir, mantener la columna y el cuello rectos en diversas situaciones, por ejemplo, al ver la computadora, el celular o la televisión.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento más habitual de la Hernia de Disco Cervical es la Terapia Física, ejercicio y, en algunos casos, analgésicos para controlar el dolor.
Lamentablemente, la gran mayoría de los médicos consideran que los antiinflamatorios y analgésicos curan al paciente, pero no es así. Estos fármacos sólo sirven para ocultar el dolor, lo cual es contraproducente porque el paciente se puede lastimar sin darse cuenta. Por ello, es recomendable acudir con profesionales de confianza.
Si el paciente no mejora en un lapso de tres a seis semanas con Terapia Física, es necesario infiltrar la Hernia, es decir, inyectar la zona en la que se encuentra. Más del 95% de los pacientes responden a estos tratamientos.
Cuando las molestias siguen sin mejorar después de la infiltración, será necesario retirar la Hernia Discal Cervical mediante una cirugía para liberar el nervio que provoca el dolor. El tamaño de la herida es de una pulgada. La probabilidad de éxito en este tipo de operaciones es del 95%.
Algunos pacientes salen del hospital el mismo día de la cirugía, aunque se les recomienda reposo durante las dos semanas posteriores.
¿Con quién debo acudir si tengo una Hernia Discal Cervical?
El especialista ideal para dar tratamiento a la Hernia de Disco Cervical es el Médico General, porque el 90% de los casos se resuelven con tratamiento conservador, es decir, con reposo, Terapia Física y analgésicos. De igual forma, es importante contar con la asistencia de un experto en Terapia Física.
En casos más complejos, será necesario acudir con especialistas en Ortopedia y Neurocirugía que se dediquen al tratamiento de patologías del cuello.