Hidrocefalia: Signos y síntomas silenciosos a los que hay que prestar atención

Hidrocefalia: Signos y síntomas silenciosos a los que hay que prestar atención

Editado por: Luis Ángel Cortina Sánchez el 28/08/2024

La Hidrocefalia es una enfermedad neurológica caracterizada por la acumulación excesiva de Líquido Cefalorraquídeo (LCR) en las cavidades ventriculares del cerebro, puede manifestarse de manera sutil y silenciosa, y en algunos casos, de manera rápida y peligrosa.

 

No hay una sola forma de presentación, como en otras afecciones, pero en ocasiones, los signos y síntomas iniciales son sutiles y fáciles de pasar por alto, lo que puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento oportuno. Hay pacientes con rápida evolución, que hacen cambios rápidos en el organismo e incluso podrían poner en peligro la función neurológica o la vida.

 

¿Qué es la Hidrocefalia?

La Hidrocefalia es una afección en la que se produce un desequilibrio entre la producción y la absorción del Líquido Cefalorraquídeo (LCR) en el cerebro. Este líquido transparente y acuoso circula por todo el Sistema Nervioso, partiendo de los ventrículos cerebrales, que son cavidades normales dentro del cerebro hacia el espacio que rodea al cerebro llamado espacio subaracnoideo, amortiguando y protegiendo el cerebro, eliminando los desechos y suministrando nutrientes. 

 

Cuando el Líquido Cefalorraquídeo no puede fluir o absorberse adecuadamente, se acumula en los ventrículos, lo que provoca su dilatación y, en algunos casos, un aumento de la presión intracraneal, pero la dilatación también puede deberse a un adelgazamiento en el cerebro y no acompañarse (al menos en forma constante) de aumento en la presión.

 

Tipos de Hidrocefalia

Existen diferentes tipos de Hidrocefalia, cada uno con características y causas específicas:


Hidrocefalia Comunicante

En este tipo, el Líquido Cefalorraquídeo circula libremente a través de los ventrículos, pero no circula o no se elimina adecuadamente después de salir de ellos. Esto puede deberse a diversas causas, como el engrosamiento o inflamación de las membranas aracnoideas en la base del cerebro o problemas en los sistemas de drenaje del líquido hacia las venas.

 

Hidrocefalia No Comunicante (Obstructiva)

Aquí, el flujo de LCR se bloquea debido a una obstrucción en los conductos que conectan los ventrículos. Esta obstrucción puede ocurrir en cualquier punto de la circulación del líquido dentro del cerebro y ser causada por Tumores, Malformaciones Congénitas, Hemorragias o Infecciones.


Hidrocefalia Ex Vacuo

Esta forma se produce después de una lesión o enfermedad cerebral que provoca el encogimiento del tejido cerebral. Dado que la cabeza tiene un volumen fijo, al adelgazar el cerebro, los ventrículos se dilatan para ocupar el espacio vacío, pero la presión intracraneal generalmente permanece normal.

 

Hidrocefalia Normotensiva

En este caso, el LCR no drena de forma constante durante el día existiendo momentos en los que la presión se eleva de manera muy importante, pero no sostenida, lo que permite la acumulación gradual de LCR con poco o ningún aumento de la presión cuando esta se mide de forma sólo momentánea. Este tipo se desarrolla lentamente, es más común en adultos mayores y puede requerir métodos de diagnóstico y pruebas especiales.

 

Causas de la Hidrocefalia

Las causas de la Hidrocefalia pueden ser congénitas (presentes desde el nacimiento) o adquiridas (desarrolladas después del nacimiento).


Las causas congénitas incluyen:

  • Malformaciones cerebrales
  • Espina Bífida
  • Hemorragias intraventriculares
  • Infecciones durante el embarazo, como la Rubéola, Herpes, Toxoplasmosis o la Sífilis
  • Tumores

 

Las causas adquiridas pueden ser:

  • Traumatismos Craneoencefálicos
  • Tumores Cerebrales o de la Médula Espinal que, al extenderse, afectan también el Cerebro
  • Meningitis
  • Hemorragias cerebrales
  • Enfermedades genéticas que no se manifestaron al nacimiento

 

Signos y síntomas silenciosos de la Hidrocefalia

Los síntomas de la Hidrocefalia pueden variar según la edad y la gravedad de la afección. En los recién nacidos y bebés, los signos más evidentes son un aumento desproporcionado del tamaño de la cabeza, abombamiento y ampliación de la fontanela anterior (mollera) y ojos que parecen mirar hacia abajo (ojos en sol naciente). 

 

Sin embargo, hay síntomas más sutiles que pueden pasar desapercibidos:

  • Irritabilidad constante
  • Letargo o somnolencia excesiva
  • Dificultad para alimentarse o poca ganancia de peso
  • Vómitos frecuentes sin causa aparente
  • Retraso en el desarrollo de habilidades motoras y cognitivas
  • Venas muy promientes en la frente y porciones laterales de la cabeza
  • Posición de la cabeza continuamente hacia atrás
  • Imposibilidad para mantener la posición de la cabeza

 

En niños mayores y adultos, los síntomas silenciosos pueden incluir:

 

Es importante estar atentos a estos síntomas, especialmente si se presentan de manera persistente y sin una causa aparente.

 

Diagnóstico de la Hidrocefalia

El diagnóstico de la Hidrocefalia se basa en una combinación de evaluaciones clínicas y estudios por imágenes. Un examen neurológico completo, junto con una revisión detallada de los síntomas y los antecedentes médicos, es el primer paso. 

 

Posteriormente, se pueden realizar pruebas de imagen como:

  • Ecografía (Ultrasonido) Craneal (especialmente en recién nacidos)
  • Tomografía computarizada (TC)
  • Resonancia magnética (RM)
  • Punción lumbar (para medir la presión del LCR o establecer el diagnóstico de origen de la Hidrocefalia)

 

Estas pruebas permiten visualizar los ventrículos cerebrales y detectar cualquier anomalía o acumulación de líquido.

 

¿Cómo se puede tratar la Hidrocefalia?

El tratamiento de la Hidrocefalia generalmente implica un procedimiento quirúrgico para drenar el exceso de líquido cefalorraquídeo. El tratamiento más común, pero no necesariamente el mejor, es la colocación de un sistema de derivación, también conocido como válvula de derivación o shunt


Este dispositivo consta de un tubo flexible que se inserta en uno de los ventrículos cerebrales y se tuneliza bajo la piel hacia otra parte del cuerpo, como el abdomen o el corazón, donde el LCR puede ser eliminado.

 

Otra opción de tratamiento es la Ventriculostomía Endoscópica del Tercer Ventrículo (ETV), un procedimiento mínimamente invasivo en el que se crea un pequeño orificio en el piso del tercer ventrículo para permitir el drenaje del LCR y es de elección para la mayoría de los casos de Hidrocefalia Obstructiva (no comunicante), pero que no es tan efectiva en caso de Hidrocefalia no Comunicante.

 

Después de la cirugía, los pacientes con Hidrocefalia pueden requerir tratamientos de apoyo como Fisioterapia, Terapia Ocupacional y Terapia del Habla y el Lenguaje, para abordar cualquier déficit o retraso cognitivo o en el desarrollo.

 

Seguimiento y prevención de complicaciones

Después del tratamiento quirúrgico, es importante realizar un seguimiento regular para monitorear la función del sistema de derivación y detectar cualquier complicación potencial, como infecciones, obstrucciones o mal funcionamiento del dispositivo. Además, se requieren consultas posteriores para el tratamiento o vigilancia de la enfermedad que originó la Hidrocefalia.


Los signos de alarma para los pacientes operados, incluyen: Fiebre, Dolor de Cabeza Persistente, Vómitos, cambios en el nivel de conciencia o comportamiento, y cualquier síntoma recurrente de la Hidrocefalia.

 

Además, es importante tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de Hidrocefalia adquirida, como vacunarse contra enfermedades infecciosas como la meningitis y proteger la cabeza de lesiones traumáticas.

 

Si ya se ha diagnosticado Hidrocefalia, es esencial seguir el tratamiento recomendado por los médicos. Esto incluye hacerse estudios de imagen y revisiones frecuentes. También es útil usar terapias complementarias como fisioterapia para mejorar la calidad de vida.

 

Para bebés y niños con Hidrocefalia, vigilar su desarrollo es clave. Los padres juegan un papel importante en notar y reportar cualquier cambio. Esto ayuda a detectar problemas temprano.

 

La Hidrocefalia puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Además de los síntomas físicos, los pacientes pueden experimentar dificultades cognitivas, emocionales y sociales. Es fundamental brindar apoyo emocional y recursos adecuados para ayudar a los pacientes y sus familias a enfrentar los desafíos asociados con esta afección.


FUENTES:

Neurología en Veracruz