Incontinencia Urinaria de Esfuerzo, afección que impacta en la calidad de vida de las mujeres
La Incontinencia Urinaria de Esfuerzo (IUE) es un problema común que afecta a muchas mujeres
¿Qué es?
Se refiere a la pérdida involuntaria de orina durante actividades cotidianas como toser, estornudar, levantar objetos pesados, reír o hacer ejercicio. Esta afección puede impactar significativamente la calidad de vida de las mujeres, limitando sus actividades sociales y físicas, y en algunos casos, causando emociones como la vergüenza y la Ansiedad.
La Incontinencia Urinaria de Esfuerzo ocurre cuando los músculos que sostienen la vejiga y la uretra son débiles o están dañados, lo que provoca que la uretra no pueda mantenerse cerrada adecuadamente al aumentar la presión en el abdomen durante las actividades mencionadas anteriormente. Esta presión adicional hace que la orina se escape involuntariamente.
¿Por qué ocurre?
Una vejiga normal tiene un mecanismo de llenado y vaciado controlado por múltiples estructuras y músculos. Cuando la vejiga se llena de orina, el músculo de la vejiga (detrusor) se relaja para acomodar el líquido. Cuando es apropiado orinar, el cerebro envía señales para contraer el músculo detrusor y relajar el esfínter de la uretra, permitiendo la expulsión de la orina. Todo este proceso funciona en armonía para mantener la continencia urinaria.
Sin embargo, en el caso de la IUE, los músculos del suelo pélvico, que son los que sostienen la uretra y la vejiga en su lugar, pueden debilitarse por diversas razones. Entre las causas más comunes se encuentran el Embarazo y el parto vaginal, ya que estos eventos pueden ejercer presión sobre los músculos del suelo pélvico, debilitándolos con el tiempo. Además, la Obesidad, la Tos Crónica, levantar objetos pesados y el estreñimiento también pueden aumentar la presión abdominal y empeorar la Incontinencia de Esfuerzo.
Además de estos factores, también se han identificado componentes genéticos heredados que pueden aumentar el riesgo de desarrollar IUE en algunas mujeres. Es importante mencionar que la IUE no es una condición exclusiva de mujeres mayores; también puede afectar a mujeres más jóvenes y de todas las edades.
¿Cómo se diagnostica?
Para diagnosticar la Incontinencia Urinaria de Esfuerzo, el médico realizará un interrogatorio detallado sobre los síntomas y antecedentes médicos de la paciente. También realizará un examen físico para evaluar la fuerza de los músculos del suelo pélvico y la presencia de cualquier otro problema relacionado con el sistema urinario, como el Prolapso. En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales, como estudios urodinámicos, que evalúan la capacidad de la vejiga para llenarse y vaciarse, y ayudan a identificar la causa de la incontinencia.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento de la Incontinencia Urinaria de Esfuerzo puede variar según la gravedad de los síntomas y las preferencias de la paciente. En muchos casos, se recomienda iniciar con terapias conservadoras, que incluyen cambios en el estilo de vida y ejercicios del Suelo Pélvico.
Los cambios en el estilo de vida pueden implicar beber suficiente líquido para orinar de 4 a 6 veces al día (aproximadamente 1.5 a 2 litros o medio galón), mantener un peso saludable, evitar el estreñimiento y dejar de fumar, ya que estos factores pueden agravar la Incontinencia. Además, los ejercicios del Suelo Pélvico, también conocidos como ejercicios de Kegel, pueden ser muy efectivos en mejorar los síntomas de la IUE. Estos ejercicios implican la contracción y relajación repetida de los músculos del Suelo Pélvico, y cuando se practican regularmente durante un período de tiempo, pueden fortalecer dichos músculos y mejorar la incontinencia en hasta el 75% de las mujeres.
En algunos casos, si las terapias conservadoras no brindan el alivio adecuado, se pueden considerar otras opciones de tratamiento, como dispositivos de continencia. Estos dispositivos se ajustan dentro de la vagina y ayudan a controlar la pérdida de orina durante las actividades que provocan la Incontinencia. También pueden ser útiles para mujeres con grados más leves de Incontinencia o como una medida temporal mientras esperan someterse a una cirugía.
La cirugía se considera en casos más graves de IUE, cuando los tratamientos conservadores no han sido efectivos o cuando la incontinencia tiene un impacto significativo en la calidad de vida de la paciente. Hay diferentes tipos de cirugías que se pueden realizar, y la elección del procedimiento dependerá de la evaluación médica individualizada.
Los procedimientos de sling son una opción común de cirugía para la IUE. Estos implican la colocación de una banda o malla debajo de la uretra para proporcionar soporte y mejorar la continencia. Existen diferentes tipos de slings, como los retropúbicos y los del transobturador, que se colocan mediante pequeñas incisiones y han demostrado un éxito significativo en el tratamiento de la IUE.
Otra opción quirúrgica son los slings de fascia autóloga, que utilizan tejido del propio paciente para proporcionar soporte a la uretra. Estos slings son efectivos y tienen tasas de éxito similares a los de las slings de malla.
Además de los procedimientos de sling, también existen agentes de abultamiento que se pueden inyectar alrededor del cuello de la vejiga y la uretra para ensancharla y reducir la pérdida de orina. Estas inyecciones se realizan en la oficina o en una Cirugía Ambulatoria, y aunque pueden proporcionar alivio en algunos casos, también pueden requerir varias inyecciones para obtener resultados duraderos.
Recomendaciones
Es importante destacar que cada paciente es única y lo que funcione para una persona puede no ser la mejor opción para otra. Por lo tanto, es fundamental que la paciente se comunique abiertamente con su médico acerca de sus síntomas, inquietudes y expectativas, para que juntos puedan determinar el mejor plan de tratamiento.
En resumen, la Incontinencia Urinaria de Esfuerzo es un problema común que afecta a muchas mujeres y puede tener un impacto significativo en su calidad de vida. Afortunadamente, existen diversas opciones de tratamiento, desde terapias conservadoras hasta cirugías, que pueden brindar alivio y mejorar la continencia urinaria. Es esencial buscar la orientación de un profesional médico capacitado para evaluar cada caso de manera individual y recomendar el enfoque más adecuado para cada paciente.