Incontinencia Urinaria femenina: ¿Por qué sucede y cómo tratarla?
La Incontinencia Urinaria afecta a millones de mujeres y suele estar relacionada con factores como Partos Naturales, edad y debilitamiento de los músculos del suelo pélvico. Aunque es un tema que genera vergüenza en muchas pacientes, es importante identificar los síntomas y buscar un tratamiento adecuado.
El papel de la anatomía femenina
La anatomía femenina juega un papel importante en la aparición de la Incontinencia Urinaria, especialmente la denominada Incontinencia de Esfuerzo.
La uretra de la mujer mide apenas entre 3 y 4 centímetros, lo que la hace más propensa a sufrir el peso del cuerpo sobre la zona de la vejiga y del perineo. Con el tiempo, estos músculos se debilitan, particularmente después de Partos Naturales complicados o traumáticos.
Tipos de Incontinencia Urinaria
Incontinencia Urinaria de Esfuerzo
- Ocurre cuando la mujer realiza actividades como toser, reír, estornudar, correr o realizar movimientos bruscos
- Está directamente relacionada con la relajación de los músculos perineales y el debilitamiento de la vejiga (coloquialmente conocida como “vejiga caída”)
Incontinencia Urinaria de Urgencia
- Se caracteriza por la necesidad repentina y urgente de orinar, lo que provoca que la paciente no logre llegar al baño a tiempo
- Es causada por factores diferentes a la Incontinencia de Esfuerzo
Criterios de diagnóstico
Es común que las mujeres retrasen la consulta médica por vergüenza, lo que agrava el problema con el tiempo. Un diagnóstico temprano es esencial y se realiza mediante los siguientes pasos:
- Historia clínica: el médico recopila información sobre los síntomas y antecedentes (Partos, uso de fórceps, etc.)
- Prueba de pujo: la paciente vacía la vejiga y se le pide que puje para observar si existe descenso de la vejiga
- Prueba de hisopo de algodón: permite evaluar la movilidad de la uretra al realizar esfuerzo
Tratamientos disponibles
Ejercicios de Kegel: fortalecimiento del suelo pélvico
Estos ejercicios ayudan a fortalecer los músculos del perineo, que rodean la vejiga, la vagina y el ano. Se recomienda practicarlos en cualquier etapa de la vida, especialmente después de un Parto.
- Técnica lenta: apretar los músculos del perineo, mantener la contracción por 10 segundos y luego relajar. Repetir 10 veces
- Técnica rápida: apretar y relajar los músculos rápidamente, 10 veces consecutivas
Realizar estos ejercicios varias veces al día ayuda a prevenir y mejorar la Incontinencia Urinaria.
Tratamiento quirúrgico: colocación de mallas
Cuando los ejercicios no son suficientes y la Incontinencia avanza, se recomienda la Cirugía de Sostén con mallas sintéticas
- Se coloca una pequeña malla que actúa como soporte para la vejiga, similar a una hamaca
- La cirugía tiene una tasa de éxito de hasta el 95% a cinco años, lo que la convierte en una solución eficaz y duradera
La intervención es sencilla y puede mejorar significativamente la calidad de vida de las pacientes, especialmente cuando la Incontinencia afecta sus actividades diarias.
Factores que agravan la Incontinencia Urinaria
- Obesidad: el peso corporal adicional ejerce más presión sobre la vejiga
- Partos múltiples o traumáticos: especialmente cuando se utilizan fórceps o cuando el bebé es de gran tamaño
- Falta de Rehabilitación del Suelo Pélvico: no realizar ejercicios de Kegel después del Parto incrementa el riesgo de debilitamiento muscular
Consecuencias de no tratar esta condición
Si la Incontinencia Urinaria no se trata, puede provocar:
- Sensación constante de humedad y mal olor
- Molestias al caminar y durante la actividad sexual
- Sensación de “cuerpo extraño” debido al descenso de tejidos perineales
Consulta médica y prevención
La Incontinencia Urinaria no debe ser un tema tabú. Acudir al médico a tiempo, realizar los ejercicios de Kegel y optar por la cirugía cuando sea necesario puede devolverle a las mujeres su bienestar y calidad de vida. La clave está en no postergar la consulta médica y ser conscientes de que existen soluciones eficaces.