La Cirugía de la Feminización Facial
La Cirugía de la Feminización Facial consiste en varias técnicas de Cirugía Maxilofacial, de remodelado del esqueleto facial y de manejo de los tejidos blandos
Se trata de afinar los rasgos faciales disimulando los estigmas de masculinidad facial. Este grupo de técnicas se han de utilizar de manera equilibrada y con criterio artístico para conseguir una mejoría facial.
Es necesario un tratamiento personalizado para cada caso
Es necesario un tratamiento personalizado, consensuado y ofreciendo diferentes alternativas al paciente. Siempre bajo un prisma de honradez y realismo, sin ofrecer falsas expectativas ni técnicas inoperantes. El objetivo final es la implementación de la estética de la cara convirtiéndola en femenina y con la mayor naturalidad posible. Las técnicas quirúrgicas se dividirán según las partes de la cara.
Tercio superior
Remodelación de la frente y del marco orbitario, puede ir acompañado de un Lifting frontal y mejoría de la línea del pelo.
Tercio medio
Rinoplastia femenina, elevando la punta y afinándola. También, un Aumento Labial Superior mediante Cicatrices Intraorales que permiten una mayor exposición del bermellón superior. Y, a veces, se necesitan Prótesis Malares para dar más realce a la cara.
Tercio inferior
El manejo de la Osteotomía Maxilares y Mandibulares puede ser necesarios para buscar una mayor proporción facial. La afinación de los ángulos mandibulares en caras muy cuadradas feminiza mucho los rasgos. Una de las partes más importantes y complejas de la Cirugía de la Feminización Facial es el manejo del mentón. Existen multitud de Osteotomías y actuaciones en el mentón, pero la indicación de la técnica personalizada nos ayudará a conseguir un resultado natural, huyendo de prótesis externas. Finalmente, el Afeitado de la Manzana de Adán ayudará a minimizar el estigma masculino.
En conclusión, la Cirugía de la Feminización Facial precisa de un componente técnico, artístico y funcional, donde el profesional sepa manipular el esqueleto facial y los tejidos blandos. Buscando naturalidad, evitando al máximo las cicatrices externas y afinando los rasgos en favor de la feminización. Los pacientes deben ser valorados, estudiados e informados, siempre desde la honestidad y el tratamiento personalizado. Cada cara precisa unas técnicas distintas y no se puede hacer en todas lo mismo.