La Fertilidad en niños sobrevivientes del Cáncer
Aquellos niños que padecen Cáncer y se han sometido a tratamiento de Quimioterapia, al paso de los años pueden sufrir Infertilidad. Hoy, se habla de una nueva esperanza para que puedan recuperar su Fertilidad a futuro
Estadísticamente, uno de cada tres niños supervivientes a cualquier tipo de Cáncer Infantil, verán comprometida su Fertilidad en edad adulta, ya que la Quimioterapia o la Radiación inciden directamente en el esperma y los óvulos, aunque estos no hayan madurado. Debido a la misma condición de inmadurez, la Reproducción Asistida con el esperma u óvulos del paciente se vuelve prácticamente imposible.
Diversos científicos han hecho uso de un modelo de primate no humano en el que el tejido testicular inmaduro puede crio-conservarse para después usarse y restaurar la Fertilidad en el animal.
Este avance representa una innovación en el desarrollo de terapias de Reproducción Asistida de próxima generación, ya que ofrece esperanza para la preservación de la Fertilidad en niños que están a punto de someterse a Tratamientos para el Cáncer.
Los niños no nacen con esperma maduro, sino que los cambios hormonales durante la Pubertad tienen un aumento de la testosterona, lo que activa las células madre en los testículos para comenzar a producir esperma. En los niños preadolescentes la Quimioterapia, la radiación u otros tratamientos médicos llegan a matar estas células madre y causar Infertilidad permanente.
Nueva técnica gracias al Tejido Testicular Crioconservado
Actualmente se desarrolló un modelo de supervivencia de Cáncer en primates no humanos. Poco antes de tratar con Quimioterapia a este ejemplar, los investigadores crioconservaron un poco de tejido testicular inmaduro que, posteriormente, descongelaron y trasplantaron pequeños trozos de este debajo de la piel del mismo animal.
Al cabo de 12 meses, cuando los animales entraron en pubertad, los expertos extrajeron los injertos y se descubrió una gran cantidad de espermatozoides, se envió una muestra de esperma al Centro Nacional de Investigación de Primates de Oregón en Estados Unidos, quienes generaron embriones que se transfirieron a hembras receptoras. En abril de 2018, una de las hembras dio a luz a un primate femenino, una combinación de derivado de injerto y bebé.
Por lo que se espera desarrollar y evolucionar en la técnica para que cuando estos pacientes crezcan y quieran tener sus propias familias, tengan esa opción.