La importancia de la superespecialización en Cirugía Endocrina
Se puede hablar de superespecializaciones por las cuales el médico, sin olvidar al paciente como un todo, atiende y conoce más en profundidad las enfermedades
Históricamente, el cirujano ha pasado de ser un generalista, encargado de realizar todo tipo de intervenciones, a un especialista en partes anatómicas o funcionales determinadas. Esta evolución ha continuado y en este momento ya se puede hablar de superespecializaciones por las cuales el médico, sin olvidar al paciente como un todo, atiende y conoce más en profundidad las enfermedades.
Esta superespecialización quirúrgica permite abarcar el conocimiento. Hoy en día, en cualquier ciencia, la gran cantidad de saber existente hace complicado que el profesional pueda abarcarlo, con el consiguiente déficit en la posible atención.
Por otra parte, hablando de actuaciones quirúrgicas, donde la experiencia manual es esencial, la mayor frecuencia en la realización de determinadas intervenciones va a conllevar una superior seguridad y eficacia de las mismas, menores complicaciones postquirúrgicas y mejores resultados, tanto médicos como de estancia hospitalaria.
Por lo que hace a las complicaciones que pueden surgir en la Cirugía de Tiroides y Paratiroides, una de las especialidades más importantes a considerar son el Hematoma Sofocante, el Hipoparatiroidismo y principalmente la Disfonía por Lesión de los Nervios que movilizan las cuerdas vocales.
Las dos últimas pueden condicionar una importante alteración de la calidad de vida del paciente, por lo que es preciso intentar minimizarlas.
El lado humanista de la profesión
Cuando un paciente conoce la noticia de que padece una enfermedad que requiere un tratamiento quirúrgico, recibe simultáneamente dos grandes agresiones a su situación existencial, una en cuanto a la brusca ruptura que ello supone sobre su vida en sociedad, principalmente familiar.
La segunda, en cuanto a sí mismo, pues va a tener que afrontar una situación, en muchos casos desconocida, de entrar en un quirófano y dejar en manos de desconocidos nada menos que su propia vida. Es un momento en que los sentimientos de miedo, debilidad o rechazo aparecen y deterioran la vida. Por ello, un médico, por gran formación técnica que tenga, siempre estará alejado de la verdadera excelencia profesional si no comparte una empatía hacia la persona que acude a solicitar su ayuda.