“La Urología Reconstructiva corrige obstrucciones de la vía urinaria”
La Urológica Reconstructiva es la suma de procedimientos quirúrgicos destinados a corregir diferentes tipos de obstrucción de la vía urinaria, con el objetivo de preservar la función renal
¿Qué es la Urología Reconstructiva?
La Cirugía Urológica Reconstructiva puede definirse como la suma de procedimientos quirúrgicos destinados a corregir diferentes tipos de obstrucción de la vía urinaria, y para sustituir, modificar o derivar la conducción de la orina, todo ello con el objetivo de preservar la función renal.
¿Cuáles son los problemas que trata?
Cabe destacar por un lado las obstrucciones (salvo las secundarias a Hipertrofia Prostática y/o Litiasis), tanto del tramo urinario superior, como de la uretra.
Por otro lado, toda patología que conlleva la extirpación de la vejiga o de algún segmento ureteral, fundamentalmente por enfermedades malignas, en las que, con el uso del intestino, conseguimos reconstruir, reconducir o modificar la configuración anatómica del aparato urinario.
Además de estos dos grupos que he destacado, existe una miscelánea de procedimientos quirúrgicos en la esfera urogenital y andrológica para tratar múltiples enfermedades de causa infectiva, malformativa, inflamatoria, etc.
¿Nos podría describir su procedimiento?
Las Plastias Pielo-Ureterales y Uretero-Vesicales admiten abordajes Endoscópicos y Laparoscópicos, y ocasionalmente mediante cirugía convencional.
Para corregir estrecheces uretrales, la Endoscopia es de muy limitada eficacia, por lo que habitualmente recurrimos a la cirugía convencional. En función de la localización y de su extensión, es necesario el empleo de colgajos y sobre todo de injertos, entre los que mejores resultados ofrecen son los obtenidos de la mucosa bucal, del interior del carrillo.
El uso del intestino permite la sustitución de la vejiga, en su localización anatómica, para mantener la micción a través de uretra, con control voluntario, reproduciendo el modelo natural.
En caso de no ser posible, tanto por razones anatómicas o de la extensión de la Enfermedad Neoplásica, empleamos técnicas derivativas, que conducen la orina a través del tubo digestivo, o bien a un estoma cutáneo, precisando bolsa colectora.
¿Cuáles son los riesgos que implica para el paciente?
Aparte de los riesgos globales a cualquier cirugía, en las técnicas reconstructivas siempre existe un hipotético riesgo de reproducción de la causa que ha originado la indicación, es decir, una nueva estrechez, o incluso la recurrencia de un tumor que previamente se había eliminado.
Por otro lado, al tratarse de la vía urinaria, el paso de la orina obliga la colocación de tubos internos o externos para su conducción y evitar en lo posible la aparición de fístulas.
¿Cómo es la recuperación tras esta intervención?
En ocasiones los postoperatorios pueden ser prolongados, sobre todo en los casos de Cistectomía con Sustitución o Derivación Transintestinal, Cirugía Agresiva y Mutilante para tratar el Tumor de la Vejiga que en ocasiones es muy agresivo, requiriendo de terapias complementarias.
En la convalecencia se adiestra al enfermo para la recuperación del mecanismo de continencia y alcanzar un control voluntario de la micción.