Lagrimeo: Producción excesiva de lágrimas por irritación ocular

El lagrimeo y la epífora son condiciones oculares que involucran la producción y drenaje de lágrimas. Aunque ambos pueden presentar síntomas similares, sus causas subyacentes difieren significativamente.

Producción excesiva de lágrimas por irritación ocular

El lagrimeo se caracteriza por la producción excesiva de lágrimas, que llegan a rebasar los párpados y escurrir por la mejilla y suele ser resultado de irritaciones en la superficie ocular, como alergias, exposición a químicos o partículas extrañas, y también puede ser causado por el síndrome del ojo seco.

La epífora, por el contrario, se origina por una obstrucción en el sistema de drenaje de lágrimas. Esta obstrucción impide el drenaje adecuado de las lágrimas, resultando en su acumulación y escurrimiento. La altura de la obstrucción determina las posibles complicaciones.

Causas del lagrimeo y tratamientos

Identificar la causa del lagrimeo es crucial para un tratamiento efectivo. Las alergias requieren controlar la reacción alérgica, mientras que el ojo seco puede necesitar lubricantes para mantener la superficie ocular humectada.

En casos de irritantes, la limpieza adecuada es esencial para eliminar la causa.

Consecuencias de la irritación constante

La irritación constante, ya sea por lagrimeo o epífora, puede tener consecuencias graves. En el lagrimeo, esto puede provocar:

• Lesiones en el párpado
• Laxitud
• Mal posiciones

En la epífora, las infecciones pueden diseminarse y convertirse en celulitis orbitaria.

Recomendaciones generales y cuidados

En ambos casos, se aconseja consultar a un Oftalmólogo para un diagnóstico preciso y tratamiento adecuado. Para prevenir el lagrimeo, especialmente en el trabajo frente a pantallas, se recomienda parpadear regularmente y descansar la vista. El uso de gotas lubricantes también puede ser beneficioso.