Las Disfunciones Sexuales
Las alteraciones de la sexualidad y disfunciones sexuales se definen como alteraciones del ciclo de respuesta sexual y como la presencia de dolor durante la realización del acto sexual
Las Disfunciones Sexuales son alteraciones en el ciclo de respuesta sexual que pueden incluir dolor. Los síntomas pueden ser Problemas de Erección o Vaginismo.
Podemos clasificar las disfunciones según las siguientes categorías:
- Trastornos del Deseo Sexual
- Trastornos de la Excitación Sexual
- Trastornos del Orgasmo
- Trastornos Sexuales por Dolor
- Trastorno Sexual Inducido por Sustancias
- Trastorno Sexual Debido a una Enfermedad Médica
- Trastorno Sexual no Especificado
Causas de las Disfunciones Sexuales
Las Disfunciones Sexuales pueden ser sintomáticas de problemas biológicos o de conflictos intrapsíquicos o interpersonales (o una combinación de estos factores).
Una disfunción puede aparecer en el contexto de un factor estresante o por trastornes emocionales. Éstas pueden ser de toda la vida o adquiridas, y también generalizadas a todas las situaciones sexuales o limitadas a una pareja o situación determinada.
Estas alteraciones de la sexualidad se asocian con otros trastornos mentales como los Trastornos Depresivos, Trastornos de la Ansiedad, Trastornos de la Personalidad y Esquizofrenia. Además, hay otras enfermedades que pueden desencadenar la disfunción como un síntoma más, como, por ejemplo, el trastorno de la erección en el hombre debido a la Diabetes Mellitus.
Síntomas y tratamiento de las disfunciones
Los síntomas pueden ir desde un deseo sexual disminuido o ausente hasta la disforia postcoital (estado de ánimo desagradable), hasta los problemas erección o el Vaginismo. Estas situaciones siempre afectan a la calidad de vida del que las padece, además de mermar su Autoestima, reducir su capacidad para sentir placer e influir en la relación de pareja.
En cuanto a los tratamientos, los más difíciles y los que exigen un periodo de tiempo más largo son los trastornos del deseo. Una terapia sexual de pareja más a menudo incide directamente en la evolución positiva del tratamiento. El tratamiento individual también tiene éxito y es eficaz.