Las Enfermedades Mentales en el anciano, un problema del futuro
Desde 2020, año en el que comenzó el confinamiento mundial, las enfermedades mentales han sido los principales problemas de salud. La asistencia psiquiátrica a los pacientes y el apoyo a sus familias es fundamental para sobrellevar este tipo de patologías
Problemas psiquiátricos en el anciano
En 1996 la OMS ya alertaba de la importancia que las enfermedades mentales iban a adquirir en un futuro. En este sentido, insisten los expertos que “el mayor problema de salud desde 2020 en todo el mundo, países en vías de desarrollo incluidos, serán las Enfermedades Mentales. En menos de 20 años la Depresión pasará de ser la quinta causa de discapacidad actual a ocupar el segundo lugar”.
Los pacientes ancianos presentan el mismo tipo de Trastornos Mentales que los adultos más jóvenes.
La elevada prevalencia y su alta morbilidad propician que la tercera edad presente un mayor riesgo de deterioro cognitivo. Además de la exploración clínica exhaustiva del estado mental y de la función cognitiva, es importante conocer el uso de fármacos y de las terapias no farmacológicas de estimulación.
Diagnóstico del problema psiquiátrico
El diagnóstico precoz debe ser el caballo de batalla del Psiquiatra a la hora de detectar síntomas o signos que sugieran la existencia de un problema psiquiátrico, alguna alteración conductual o enfermedad neurodegenerativa.
La entrevista clínica y la exploración psicopatológica es el eje sobre el que se parte para la petición de pruebas complementarias que orienten un adecuado diagnóstico.
A raíz de esto también se podrá proporcionar el enfoque terapéutico más efectivo según las condiciones clínicas, sociales y familiares de cada uno de los pacientes.
Papel del especialista
El papel del Psiquiatra es fundamental dentro de un equipo multidisciplinar de atención al paciente anciano junto con otros profesionales como Geriatras, Neurólogos e Internistas.
Su labor está enfocada en la detección, diagnóstico y tratamiento de la Enfermedad Mental; la evaluación de patologías neurodegenerativas y el abordaje de las alteraciones de comportamiento. Además, es importante el asesoramiento a los pacientes y sus familias sobre la necesidad de mantener los cuidados específicos para cada momento a través de la coordinación de recursos sanitarios y sociales ubicados en el hospital, en la comunidad o en el propio domicilio.
Por ello, estamos hablando de conceptos dinámicos en el abordaje integral del paciente con edad avanzada que exige una continua actualización de conocimientos para ponerlos al servicio de los mejores intereses de los pacientes y familia.
Actitud de la familia
La familia es un soporte indispensable en la recuperación del paciente con patología mental o neurodegenerativa.
Está demostrado que los pacientes ancianos con un adecuado entorno familiar tienen mejor pronóstico que el resto. Por ello, forman parte indisoluble en el proceso de recuperación como co-Terapeutas y realizando un papel activo en la supervisión del paciente y en la detección precoz de síntomas o conductas.
En ausencia de familia hace necesario movilizar recursos sociales que ejerzan de figura familiar para asegurar una mejoría médica global del paciente anciano.