LEG: Una enfermedad autoinmune que afecta a 5 de cada 100,000
El Lupus Erimatoso Sistémico o Generalizado también conocido por sus siglas LEG o LES es una enfermedad autoinmune que en México puede afectar de 1.8 a 7.6 de cada 100,000 casos. Actualmente se estima que existen cinco millones de personas en el mundo con este padecimiento, pero ¿De qué se trata? ¡Te lo contamos!
¿Qué es el LEG?
LEG es una enfermedad autoinmune sistémica. Autoinmune quiere decir que el sistema inmune del paciente crea anticuerpos y otras sustancias que atacan a órganos propios produciendo inflamación y destrucción de diversos tejidos del organismo. En el caso del Lupus, la respuesta “autoinmune” ataca principalmente piel, articulaciones y riñones, pero puede también causar inflamación en otros órganos (por eso le llamamos Lupus Eritematoso Generalizado o Sistémico).
Se puede decir que es una enfermedad en la que hay varios errores en la regulación del funcionamiento del sistema inmune, exceso de función descontrolada de algunos elementos del sistema inmune que provocan inflamación y daño a diversos tejidos, con pobre capacidad de reparación de los mismos.
¿Cuáles son las principales causas y síntomas?
Las causas de esta y otras enfermedades autoinmunes se desconocen. Se sabe que hay cierta susceptibilidad genética, por lo cual hay familias en las que hay más casos de enfermedades autoinmunes que otras. No es que sean enfermedades hereditarias, sino que hay algunos genes que predisponen a tener estas enfermedades. También se piensa que participan otros factores externos como las infecciones a las que el sujeto haya estado expuesto. Realmente no se conoce una causa única.
Los síntomas principales son dolor e inflamación de articulaciones, lesiones rojas en la piel, principalmente en áreas expuestas al sol, cansancio, caída abundante de cabello, y puede haber otros como pérdida de peso, presencia de ganglios crecidos o fiebre. Adicionalmente, dependiendo de los órganos afectados, puede haber anemia, sangrados, problemas pulmonares, renales o cardíacos y mayor predisposición a trombos en algunos pacientes.
¿En qué personas es más común?
Es una enfermedad que afecta principalmente a mujeres jóvenes. De cada 10 pacientes con LEG, 9 son mujeres, y la edad más común de inicio es entre los 20-35 años de edad. Sin embargo, también puede afectar a personas mayores. En el caso de los hombres, la enfermedad suele ser más agresiva, por lo que es común que los hombres con Lupus Eritematoso Generalizado requieran mayores cuidados y tratamientos más agresivos.
¿Cómo diagnosticarlo?
Se requiere la evaluación de un reumatólogo que debe interrogar y revisar al paciente y le solicitará diversos estudios de laboratorio para buscar en la sangre y en la orina, anticuerpos y otras pistas de la enfermedad. A veces también es necesario solicitar radiografías, estudios de imagen de los riñones o de otros órganos afectados.
¿Qué riesgos existen en caso de no tratarlo a tiempo?
De no tratarse a tiempo la enfermedad seguirá avanzando, deteriorando piel y órganos internos, y una de las complicaciones más graves es la pérdida de la función renal, con la consecuente necesidad de diálisis o trasplante renal. Asimismo, si la enfermedad afecta a otros órganos y no se controla, puede provocar problemas y deterioro en la función de dichos órganos.
¿En qué consiste el tratamiento y qué cuidados debe tener el paciente?
El tratamiento es individualizado dependiendo de la gravedad de la enfermedad y los órganos que se encuentren afectados. Si bien en aproximadamente la mitad de los pacientes la enfermedad se puede controlar muy bien con dosis bajas a intermedias de esteroides y medicamentos inmunosupresores, hay algunos pacientes que requieren dosis más altas de esteroides, inmunosupresores más potentes y manejo interdisciplinario con la ayuda de subespecialistas como nefrólogos, hematólogos o neurólogos. Es importante que los pacientes acudan a sus citas y se realicen estudios regularmente, para que el reumatólogo esté al pendiente de los síntomas y nuevos datos de actividad de la enfermedad.
Debido a que el Lupus Eritematoso Generalizado predispone a los pacientes a adquirir infecciones más fácilmente y el tratamiento incluye inmunosupresores, que son medicamentos que bajan las defensas de los pacientes, se les recomienda tener más precauciones para prevenir infecciones. Estas precauciones incluyen, lavado de manos más frecuente, evitar contacto estrecho con personas que cursen con alguna infección respiratoria aguda, aplicarse vacunas de Influenza anualmente y Neumococo y otras según las recomendaciones de su médico.
Es una enfermedad crónica, lo cual significa que no se cura, pero con el tratamiento correcto, puede controlarse adecuadamente para permitir que los pacientes tengan buena calidad de vida y continúen realizando sus actividades de la vida cotidiana regularmente.
Al tratarse de una enfermedad que afecta primordialmente a mujeres jóvenes, es muy importante discutir con su médico sus planes de embarazo, para elegir el mejor momento y que la paciente pueda tener vigilancia estrecha por parte del obstetra y el reumatólogo durante y después del embarazo. El embarazo es seguro para la mayoría de las pacientes con LEG cuando la enfermedad se encuentra en remisión o bien controlada, pero hay que discutir los riesgos con sus médicos tratantes.
Otro aspecto importante es que los pacientes deben utilizar diariamente protector solar adecuado, preferentemente FPS 50 o mayor, en áreas expuestas al sol, incluso en días nublados o si el paciente no va a salir de casa u oficina, ya que se sabe que los rayos UV del sol pueden exacerbar la actividad de la enfermedad.
Los pacientes deben seguir una dieta balanceada y no existe alguna restricción alimentaria por padecer LEG, solamente debe ajustarse la dieta en caso de que tengan algún problema renal o hepático avanzado o si están recibiendo anticoagulación.