Lesiones deportivas: La otra cara del CrossFit
El CrossFit se ha convertido en una actividad física de moda por los diversos beneficios que ofrece, entre ellos reducir las lesiones, pero ¿es realmente un ejercicio de bajo impacto?
¿Qué es el CrossFit?
El CrossFit es un programa de acondicionamiento físico en el cual se realiza una variedad de ejercicios funcionales a alta intensidad en periodos cortos de tiempo. Entre sus objetivos se destacan: perder peso, incrementar tono muscular, mejorar la capacidad cardiovascular y desarrollar fuerza muscular. Esta disciplina surgió en los Estados Unidos de Norteamérica y se creó para entrenar a policías, bomberos y marines. Según la web oficial de CrossFit, esta disciplina nació como empresa en el año 2000, fundada por el ex-gimnasta Greg Glassman.
Este tipo de ejercicios requieren de una serie de condiciones para lograr alcanzar los objetivos dentro de los límites de tiempo asignados, sin lesionarse en el intento; así es, leyeron bien: “sin lesionarse”, ya que si el deportista en cuestión, no toma sus debidas precauciones durante su práctica, tiene un riesgo elevado de resultar con lesiones de baja, moderada, o incluso alta intensidad.
¿Cuáles son este tipo de lesiones a los que estamos expuestos en esta disciplina?
Realmente hablar de cada una de las lesiones que se pueden producir en este deporte nos llevaría mucho tiempo y mucho espacio, sin embargo, podemos explicar a grandes rasgos cuáles son el tipo de afecciones que se pueden presentar en las áreas de mayor estrés deportivo. A saber, se encuentran las siguientes:
- Lesiones en la región lumbar (Espalda baja): Estas son de las lesiones más comunes en el CrossFit, ya que es un área donde se concentra mucha fuerza y tensión y se requiere un tono muscular idóneo (acondicionamiento físico) así como una técnica adecuada. Las lesiones pueden ir desde un dolor leve que dure unas pocas horas (inflamación muscular), hasta un dolor incapacitante que perdure por semanas o incluso meses (Contracturas musculares, hernia de disco, ciática, inflamación de articulaciones, entre otras), esto dependerá de las estructuras afectadas en la zona lumbar.
- Lesiones en los hombros: La región de los hombros es una zona con altos rangos de movilidad y esta recubierta en su mayoría por tejidos blandos (músculos, ligamentos, tendones, entre otros) y no por hueso, la cual la hace una de las articulaciones más móviles de nuestro cuerpo, por lo anterior, también es una zona con alta frecuencia de lesiones en esta disciplina debido a los ejercicios explosivos y de alta intensidad. Entre las posibles lesiones están: Tendinitis, esguinces, lesiones del manguito rotador, desgarros musculares, luxaciones, entre otras.
- Lesiones en las rodillas: Esta es una zona donde también se producen lesiones con frecuencia debido a que soportan el peso del cuerpo y la fuerza generada durante el ejercicio. Las lesiones pueden ser de diversa índole, desde inflamación en los tendones (tendinitis), pasando por lesiones de los mismos (esguinces), hasta llegar a lesiones más graves como las de meniscos o lesiones en los ligamentos cruzados de las rodillas, estas últimas, llegando a ser necesarias cirugías para nuestra recuperación.
- Lesiones en las muñecas y las manos: Las muñecas y las manos son áreas donde existen muchas articulaciones pequeñas, las cuales, en este deporte en ocasiones soportan un peso bastante considerable y que son propensas a sufrir diversas lesiones como esguinces, tendinitis, contracturas musculares, lesiones nerviosas por compresión y en algunas ocasiones pueden llegar a producirse luxaciones o fracturas.
- Contracturas musculares: Las contracturas musculares son lesiones que se pueden presentar en cualquier área que tenga tejido muscular, esto es prácticamente en casi todo el cuerpo. Una contractura muscular es el aumento intenso del tono muscular (ya sea por un traumatismo agudo, fatiga o lesión crónica) de manera continúa sin tener la capacidad de relajar el músculo de manera voluntaria. Esta entidad es dolorosa y puede producir una limitación importante en el movimiento, incluso para el desarrollo de nuestras actividades diarias.
Existen varios estudios en relación a las lesiones que se presentan durante la realización de esta práctica deportiva. Un ejemplo es un estudio en el año 2014, en el que Weisenthal recogió datos de 386 personas que practican CrossFit (Hombres y mujeres) encontrándose que la tendencia en el índice de lesión fue de aproximadamente 20%, con mayor afectación en hombres que en mujeres.
Estas lesiones se producen por una serie de factores independientes, que al conjuntarse, pueden tener desenlaces desastrosos para el deportista, entre los más importantes están: Pobres o nulos ejercicios de calentamiento y estiramiento antes de los ejercicios de CrossFit, malos patrones de movimiento, errores mecánicos, deficiente flexibilidad del deportista, un peso excesivo en los ejercicios, falta de supervisión de las técnicas adecuadas por parte del entrenador y una rutina demasiado agotadora para la condición física del deportista.
Hay que hacer hincapié que estas lesiones que se producen durante el entrenamiento, requieren de un manejo especializado por parte del médico ortopedista en conjunto con el fisiatra para una recuperación óptima y así poder regresar nuevamente a nuestra actividad deportiva a corto plazo. Sin embargo, hay que hacer notar que algunas de estas lesiones son más graves de lo que a veces se piensa y pueden llegar a requerir un manejo quirúrgico por parte del ortopedista. De ahí la importancia de acudir al médico ortopedista oportunamente para una valoración y tratamiento especializados.
El CrossFit desde el punto de vista de un especialista
Después de lo que hemos leído con anterioridad, podemos llegar a varias conclusiones:
- El CrossFit es una actividad deportiva de alta intensidad que nos puede llevar a muy buenos resultados, entre los cuales están: perder peso, incrementar tono muscular, mejorar la capacidad cardiovascular y desarrollar fuerza muscular.
- Sin embargo, el CrossFit también puede producirnos lesiones que van desde las leves hasta las incapacitantes y que requieren el manejo por parte del médico ortopedista y, en su caso, por el fisiatra.
- La frecuencia de las lesiones deportivas en esta disciplina es elevada y de diferentes tipos. Las áreas del cuerpo que sufren mayor afectación son: La espalda baja (región lumbar), los hombros, las rodillas y las muñecas y manos.
- Las lesiones que se producen en este deporte no deben ser tomados a la ligera, requieren de un manejo especializado por parte del médico ortopedista y el fisiatra, ya que muchas pueden volverse crónicas y llegar a limitar nuestra actividad deportiva e incluso actividades de nuestra vida diaria.
- Gran parte de estas lesiones pueden ser evitadas si el ejercicio se realiza con un calentamiento y estiramiento previos adecuados, una técnica de ejercicio adecuada durante su realización y bajo la supervisión de un entrenador calificado.
- En caso de hacer los ejercicios de manera adecuada, apoyado en una buena nutrición e hidratación, bajo un programa de ejercicios supervisados, los resultados serán muy buenos o incluso excelentes.
- Debemos cuidarnos y ser francos con nosotros mismos: Si se nos presenta una lesión, lo ideal es atendernos con el médico ortopedista y, en caso de ameritarlo, con el fisiatra. Es mejor detener nuestra actividad deportiva por unos días en vez de hacer caso omiso a nuestra lesión y en un futuro detener nuestra actividad deportiva (o incluso de la vida diaria) por varios meses o años.