Linfoma: síntomas principales para su detección
El linfoma es el tipo de cáncer que ocurre cuando los linfocitos se desarrollan de manera poco controlada y proliferan en la mayoría de los ganglios, lo que ocasiona que estos crezcan de manera anormal.
¿Qué es un linfoma?
El linfoma es un tipo de cáncer que se origina a partir de unas células que se conocen como linfocitos, estos se encuentran normalmente desarrollándose en la médula ósea y de ahí circulan a través de la sangre hacia los ganglios. Cuando existe alguna alteración genética que predispone para linfoma lo que sucede es que estos linfocitos, que normalmente deberían de servir para cuidar al organismo de algunas infecciones, empiezan a desarrollarse de manera poco controlada y proliferan en la mayoría de los ganglios, se puede decir que es cáncer de los ganglios, aunque se puede presentar también en médula ósea y en algunas otras capas que recubren el sistema gastrointestinal y algunas otras localizaciones que son menos comunes, este padecimiento puede ser atendido por un hematólogo.
Factores de riesgo
El linfoma, como otros tipos de cáncer hematológicos, se puede asociar al uso previo de quimioterapia o radioterapia, es decir, los pacientes que recibieron tratamiento por algún otro tipo de cáncer pueden también estar favorecidos para desarrollarlo. Hay algunos otros factores ambientales como la exposición a asbesto o benceno que también podrían favorecer el riesgo de desarrollar el padecimiento. Algunas enfermedades virales como VIH pueden predisponer a ciertos subtipos y también esta enfermedad se puede asociar a otros tipos de virus, y a una mayor edad de los pacientes depende del subtipo de linfomas que se encuentren.
Crecimiento de un ganglio, principal síntoma
Los linfomas son enfermedades que se presentan principalmente en los adultos y el mayor síntoma con el que llegan los pacientes es por el crecimiento de un ganglio, es decir tuvieron alguna infección o sin esta infección y presentan crecimiento, ya sea en el cuello, en las axilas o en las ingles y a pesar del tratamiento el ganglio puede seguir creciendo. Los síntomas que acompañan esta enfermedad también son fiebre de manera recurrente, sudoraciones sobre todo en las noches, pérdida de peso, cuando esto sucede y no cede a pesar de tratamiento con antibiótico es momento de buscar a un hematólogo para descartar esta enfermedad.
Opciones de tratamiento
El tratamiento depende del subtipo que se encuentre pero en términos generales el tratamiento incluye quimioterapia. También en algunos casos depende de la evolución de la enfermedad, se puede incluir radioterapia y en caso de que sea de muy alto riesgo, o de que haya una recaída, se puede considerar el trasplante autólogo de medula ósea, es decir un trasplante de tus mismas células madre. En casos más avanzados se podría considerar un trasplante alogénico, es decir de un donador no relacionado, y hay que observar o hacer énfasis en que ciertos tipos de linfomas pueden simplemente seguirse, observarse y no recibir ningún tratamiento, esto va a depender de la sintomatología de cada paciente.