Lipoescultura: técnica para eliminar la grasa acumulada
La Lipoescultura es un procedimiento que sirve para eliminar la grasa de zonas específicas del cuerpo. Existen varias técnicas para llevarla a cabo entre las que destacan la liposucción laser y la de bodyjet.
¿Cómo se realiza la lipoescultura?
La paciente ideal que desee someterse a una lipoescultura es una que quiera eliminar la acumulación de grasa en áreas específicas que no logre corregir con ejercicio o dieta. Este procedimiento debe de ser realizado por un cirujano plástico certificado.
Las técnicas más modernas que hay son la liposucción con láser, que está indicado para áreas pequeñas, y la técnica de bodyJet o lipoescultura asistida con agua, la cual, mediante chorros a presión de una solución especial, desintegra los lóbulos de grasa y los aspira simultáneamente, respetando los nervios y vasos sanguíneos de los tejidos con lo que el tiempo de recuperación es menor, con menos dolor y “moretones” en comparación con la técnica convencional.
Además, con esta técnica se obtiene la grasa de mejor calidad para inyectarla en otras áreas como glúteo, busto, pantorrillas o cualquier depresión que la paciente tenga en su cuerpo.
Cuidado minucioso
Existen los mismos riesgos que en cualquier procedimiento bajo anestesia regional o sedación, se utilizan los productos anestesiológicos de mayor calidad para que la recuperación sea más satisfactoria, sin nauseas, escalofríos, cefalea, etc.
Se trabaja en un área estéril, con equipo más moderno y con personal calificado, con lo que se reducen los riesgos inherentes a dicho procedimiento.
Después de la lipoescultura se debe llevar una rutina de vida saludable
Después de la cirugía la paciente sale caminando de la clínica después de tolerar la dieta líquida, con una faja ajustada para mayor comodidad, además se dan masajes de drenaje linfático y terapias de radiofrecuencia y ultra cavitación para reducir el tiempo de recuperación y las molestias leves que pudiera presentar.
Después del tratamiento se recomienda llevar una rutina de vida saludable, realizar una dieta baja en grasas y carbohidratos, consumir frutas, verduras y hortalizas, hacer ejercicio para tonificar los músculos y evitar fumar, tomar alcohol o productos o suplementos naturistas al menos una semana antes.
Podrá reintegrarse a sus actividades progresivamente desde la primera semana del postoperatorio, acudiendo a las citas de revisión y terapia.
Además se indican medicamentos como antibióticos, analgésicos y antiinflamatorios en todos los casos posteriores a la operación.