Litiasis Renal: conoce la mejor opción de tratamiento
La Litiasis Renal es una enfermedad común caracterizada por la presencia de piedras o cálculos en la vía urinaria. Estas piedras pueden formarse tanto en los riñones como en el conducto urinario conocido como uréter. Afecta a aproximadamente el 12% de la población y presenta una alta tasa de recidiva: hasta un 50% en el primer año después del primer episodio de Litiasis.
El síntoma más común de la Litiasis Renal es el cólico nefrítico, un intenso dolor en la espalda baja que puede ir acompañado de náuseas, vómitos y, en ocasiones, fiebre. Otros síntomas menos frecuentes incluyen presencia de sangre en la orina y dolores en diferentes regiones del abdomen, como los genitales o los flancos. En algunos casos, los síntomas pueden manifestarse sin dolor, únicamente como alteraciones en la micción, como urgencia urinaria, ardor o sensación de falta de vaciamiento.
Las causas de la Litiasis Renal pueden ser multifactoriales. Pueden estar relacionadas con trastornos genéticos, malformaciones de la vía urinaria o infecciones urinarias frecuentes. Sin embargo, el factor más común es la falta de ingesta adecuada de líquidos, especialmente de agua.
El diagnóstico de la Litiasis Renal requiere una sospecha clínica basada en los síntomas mencionados anteriormente. El protocolo de estudio comienza con un Ultrasonido de las vías urinarias y un examen general de orina. Si se encuentran datos sospechosos, como sangrado en la orina o dilatación de algún riñón, se recomienda realizar la Tomografía de abdomen simple, también conocida como Urotac o Urotac Simple, para confirmar el diagnóstico.
Tratamientos para la Litiasis Renal
Existen diferentes tratamientos para la Litiasis Renal, que se pueden dividir en dos categorías: manejo conservador y manejo quirúrgico. El manejo conservador, también conocido como tratamiento expulsivo, se basa en el uso de medicamentos para facilitar la eliminación de las piedras. Este tipo de tratamiento suele ser efectivo en cálculos de cinco milímetros o menos, pero su eficacia disminuye a medida que aumenta el tamaño de las piedras. En casos de piedras muy grandes que no se resuelven con el tratamiento expulsivo, se requieren tratamientos quirúrgicos.
En la actualidad, la Cirugía Abierta ya no es el tratamiento de elección para ninguna piedra en la vía urinaria. Se prefiere la Cirugía de Mínima Invasión, que puede realizarse a través de los conductos naturales de la orina, como la uretra y los uréteres, o mediante pequeñas incisiones en el cuerpo (menores de un centímetro).
¿Cómo prevenir la Litiasis Renal?
Para prevenir la Litiasis Renal, es recomendable aumentar la ingesta de líquidos, especialmente en adultos, consumiendo al menos de dos litros a dos litros y medio de agua al día. Además, se debe tener precaución en situaciones de exposición al calor intenso, ya que esto puede aumentar el riesgo de formación de piedras.
Es fundamental buscar atención médica especializada para dar tratamiento a la Litiasis Renal. Se recomienda acudir con un urólogo certificado que cuente con las credenciales necesarias para realizar tratamientos quirúrgicos en caso de ser requeridos. En algunos casos, otros especialistas, como endocrinólogos, pueden participar en el manejo de trastornos genéticos o metabólicos asociados con la Litiasis Renal.