Lumbalgia: dolor frecuente en la espalda
Las lumbalgias son el dolor frecuente en la parte baja de la espalda, puede ser de intensidad leve a severa y se considera que un 80% de la población la ha padecido o la tendrá a futuro. Las causas pueden ser contracturas musculares, causas específicas y factores psicológicos.
¿Qué es la lumbalgia?
Lumbalgia es el nombre que se le da al dolor que se localiza en la parte baja o inferior de la espalda, frecuentemente referido como dolor de cintura. Está relacionado con las estructuras musculares y esqueléticas en la zona lumbar de la columna. Puede ser dolor fijo (solo duele un área limitada) o que irradie a cadera o piernas, puede ser de intensidad leve hasta intenso, puede llegar a disminuir la función y actividad de la persona. Se considera que un 80% de la población ha tenido o tendrá esta enfermedad en su vida, un 70% de los jóvenes menores de 20 años han experimentado ese dolor de espalda, este padecimiento puede ser atendido por un acupunturista certificado.
Causas específicas e inespecíficas
La mayoría son causas inespecíficas, en donde no se encuentra el factor que desencadena el dolor, abarcan hasta un 80% de las lumbalgias, pero se considera que el mecanismo de acción que desencadena el dolor lumbar es local e incluye desde contracturas musculares con atrapamiento de raíces nerviosas que trasmiten el dolor y agravan la contractura así como la inflamación de los tejidos, iniciando un círculo vicioso del dolor que genera además ansiedad. Las posturas inadecuadas al caminar, sentarse, trabajar, descansar, el exceso de trabajo, el descanso no reparador, el manejo inadecuado del estrés, favorecen contracturas en el área lumbar y en toda la columna.
Puede haber causas específicas como hernia de disco, degeneración de las vértebras, fracturas locales, tumores, infecciones, trastornos endócrinos, metabólicos o ginecológicos que deben descartarse de las lumbalgias inespecíficas y aportar un tratamiento diferente.
Desde el punto de vista de la energía en la acupuntura el dolor es un “bloqueo u obstrucción” de la energía de los canales que circulan en el área y, al no fluir adecuadamente, produce inflamación, contractura y dolor. El bloqueo de energía puede ser local o general y desencadenar la lumbalgia de manera secundaria. Las causas, desde el punto de vista energético, van desde cambios climáticos, (como un enfriamiento súbito), las emociones negativas como el exceso de preocupación, irritabilidad o depresión, la fatiga crónica, inadecuado manejo del estrés, la inadecuada alimentación, entre otros, los cuales causan obstrucciones al flujo natural de la energía en el organismo.
Síntomas de dolor agudo o crónico
Puede ser un cuadro agudo o crónico, con dolor continuo o intermitente. El cuadro clínico incluye síntomas de dolor local, fijo o dolor irradiado a alguna parte de la espalda, de la cadera o de la pierna, hay inflamación y contractura local que se percibe con dolor al palpar, hacer presión o hacer algún movimiento especifico. El dolor varia de ser “sordo o como de presión”, dolor como de “golpe o adolorido” y de tipo neurálgico, como de “calambre o relámpago doloroso”. Según el grado o el tiempo de lesión puede haber otros trastornos de la sensibilidad (parestesias) que varían en sensaciones de hormigueo, calambres, ardor, piquetes o cualquier síntoma que acompañe a la lumbalgia. Importante dato es la relación de mejoría o agravación del dolor (clima, horario, actividad, etc.) que en acupuntura y homeopatía son básicos para el tratamiento adecuado.
El interrogatorio y la exploración física correcta son imprescindibles para un adecuado diagnóstico
Tratamiento farmacológico, homeopático o con acupuntura
El primer paso es disminuir el dolor, relajar los músculos y la inflamación del área, incluyendo los nervios periféricos. El tratamiento farmacológico incluye analgésicos, anti inflamatorios, relajantes musculares y derivados de cortisona. Pueden indicarse bloqueos locales o cirugía si es necesario.
El tratamiento con homeopatía y acupuntura incorpora medicamento homeopático y aplicación de agujas en distintos puntos de la superficie del cuerpo (no solo en el área dolorosa), para conseguir los mismos objetivos: desbloquear la circulación energética, reducir la inflamación, la contractura y el dolor. Al aplicar las agujas se entra al “sistema energético” del cuerpo buscando desbloquear la energía y restaurar el equilibrio, mejorando el dolor.
Puede ser tratamiento individual o combinar ambas terapias, siendo en este caso el efecto más rápido y prolongado. Además se logra una relajación general, no sólo del área dolorosa, y se maneja también el estado emocional o de ansiedad que genera el dolor o que está presente previamente en la persona. Tanto la homeopatía como la acupuntura tienen un enfoque individualizado del paciente y cada uno recibe su tratamiento específico a cada trastorno. Ambas se pueden dar en conjunto con medicina convencional o alopática.
La homeopatía es administrada por boca, en gotas de agua destilada o en pastilla tomadas diariamente. La acupuntura es en sesiones de 30 minutos y, dependiendo el cuadro, son cada 7 a 15 días de inicio. Se puede acompañar con auriculoterapia (balines en orejas) o moxibustión (calor en puntos de acupuntura) dependiendo cada caso.
Se recomiendan los cuidados generales, como mejorar la postura, reposo moderado, ejercicio moderado, aplicación de calor o frío local y reducir los factores neuro psico sociales que puedan afectar
Tratamiento acorde a las causas
Si se trata de causas inespecíficas el dolor puede ceder en su totalidad o entrar en remisión prolongada, es decir que no duela a largo plazo. La lumbalgia inespecífica debe estudiarse conjuntamente con el paciente para poder determinar el o los factores que producen el dolor y dar manejo adecuado.
Si hay mejoría significativa cuando se complementa con homeopatía y/o acupuntura, y la mejoría se manifiesta no solo en la lumbalgia, también en el estado general del paciente. Según sea la causa que origina el dolor se puede decir si hay curación o mejoría. En los casos específicos hay que tratar el origen del dolor.