Lupus: una enfermedad que usted debe conocer para detectarla oportunamente
El Lupus es una enfermedad autoinmune en donde el sistema inmunológico, que nos defiende generalmente contra agentes externos (bacterias, virus, etc.), se vuelve en contra de nuestro propio organismo lesionándolo mediante inflamación descontrolada
Dicha inflamación puede ocurrir en diversos órganos y tejidos, por lo que las manifestaciones clínicas también son variadas.
Se considera que el riesgo de padecer Lupus se da por una combinación de factores hereditarios (por ejemplo, defectos en algunos genes que regulan los procesos inflamatorios del sistema inmune o de defensa) aunado a exposición a factores externos (infecciones, contaminantes ambientales, hormonas, medicamentos, luz ultravioleta, entre otros) que facilitan que se exprese la enfermedad.
Las mujeres de 16 a 55 años tienen mayor riesgo de padecer Lupus Eritematoso particularmente si presentan historia familiar del padecimiento y exposición a otros factores de riesgo. Aunque la enfermedad es más frecuente en mujeres, también puede presentarse en varones y por lo general en este género tiene un curso más agresivo si no se trata a tiempo.
Síntomas del Lupus
Aunque las manifestaciones de la enfermedad son muy diversas y los pacientes no coinciden en un mismo patrón de síntomas; la presentación más común del Lupus Eritematoso generalizado es:
- Combinación de malestar general asociado a lesiones en la piel mucosas de la cavidad oral o nasal
- Dolor o inflamación de articulaciones
- Reducción del número de algunas células de la sangre
- Dolor de tórax con ciertas características específicas.
Sin embargo, también puede afectar a los riñones, el sistema nervioso, el sistema cardiovascular, entre otros.
Existen diversos grados de severidad del Lupus dependiendo de qué órganos se han afectado, de manera que algunos pacientes pueden presentar sólo formas leves del padecimiento y otros pueden desarrollar síntomas graves en poco tiempo.
Medidas diagnósticas y tratamiento
Mediante una adecuada historia clínica su médico puede sospechar la presencia del padecimiento y este se confirma mediante análisis de sangre y orina.
La prueba especializada de anticuerpos anti-nucleares puede ser positiva de 1 a 5 años antes de que se detecten los primeros síntomas la enfermedad. Es fundamental un diagnóstico temprano porque si el tratamiento se inicia en esta fase puede prevenir las complicaciones e incluso lograr el control completo de la enfermedad.
El tipo de tratamiento que debe utilizarse dependerá de la gravedad de manifestaciones clínicas de la enfermedad. Por ejemplo, es común el uso de medicamentos como hidroxicloroquina para control adecuado de manifestaciones en la piel, mucosas y articulaciones; pero en casos más severos se agregan medicamentos como corticoesteroides, micofenolato de mofetilo, azatioprina, ciclofosfamida o rituximab.
Es sumamente importante evitar los factores de riesgo, por lo que frecuentemente se pide al paciente que limite la exposición a luz solar, evite el tabaquismo y tenga buenos hábitos alimenticios.
¿Tiene cura?
El tratamiento actualmente puede lograr que la enfermedad entre en un estado de "cero actividad" o "remisión" y dicha situación es equivalente a no padecer enfermedad.
Después de recibir tratamiento por varios años, un pequeño porcentaje de pacientes pueden lograr "remisión libre de medicamento" y no requieren más que vigilancia; lo cual depende de la severidad de los síntomas iniciales y de su oportuno tratamiento. No contamos todavía con una forma de eliminar completamente el riesgo de recaída de la enfermedad una vez que se suspenden los medicamentos y por ello la mayoría requieren vigilancia a largo plazo.
Por otro lado, es importante mencionar que es un mito el que los y las pacientes con Lupus Eritematoso generalizado no puedan tener descendencia. Con un tratamiento adecuado e idealmente manteniendo un control de la enfermedad por al menos 1 año, es factible lograr embarazos sin complicaciones. También es posible utilizar algunos medicamentos de manera segura durante el embarazo, lo cual requiere coordinación entre el paciente y el médico para definir el riesgo-beneficio.
Cuando existen antecedentes familiares de pacientes con Lupus Eritematoso generalizado es necesario informarse sobre las características de este tipo de padecimientos para acudir tempranamente a consulta médica y recibir información precisa sobre las medidas de prevención y detección temprana que existen.