Mes del orgullo LGBTQI+ y el papel de la psicología en el trabajo con esta comunidad
La noción básica del orgullo LGTBTQI+ reside en que ninguna persona debe avergonzarse de lo que es, sea cual sea su sexo biológico, orientación sexoafectiva, su identidad sexual o su rol de género.
El Día Internacional del Orgullo LGBT o Día del Orgullo Gay se celebra el 28 de junio porque en tal fecha se conmemoran los disturbios de Stonewall (Nueva York, EE. UU.) de 1969, que marcan el inicio del movimiento de liberación homosexual.
En muchos países del mundo la homosexualidad y la condición sexual no tradicional siguen estando criminalizadas, y en muchos otros, aunque las leyes los amparen, no están aceptadas socialmente.
Hay bastante literatura sobre los efectos del Estrés Crónico al que las personas LGBTQI+ son sometidas diariamente al vivir en contextos sociales invalidantes, hostiles y violentos (American Psychological Association [APA], 2009). Las personas sienten la herida del estigma, el odio, la incomprensión y la apatía.
Los informes de agresión física, acoso y otras situaciones de abuso son más comunes de lo que nos gustaría imaginar (APA, 2009; Herek y Garnets, 2007).
La investigación ha demostrado que la esperanza de vida de las personas LGBTQI+ se reduce en entornos en los que predominan los prejuicios y estigmas hacia esta comunidad, lo que las pone en riesgo de Suicidio, homicidio y muerte.
Los jóvenes LGBT que experimentan prejuicios y rechazos familiares pueden tener entre cuatro y ocho veces más probabilidades de intentar suicidarse (Costa et al., 2017; Haas et al., 2011; Ryan, Huebner, Díaz y Sánchez, 2009).
En contextos de acoso escolar y la llegada a la vida adulta no evita que se puedan repetir situaciones parecidas.
Esto puede facilitar que se desencadenen alteraciones psicológicas como la Ansiedad o la Depresión; estas experiencias contribuyen a no estar conformes con el propio cuerpo, a culparse a uno mismo por lo ocurrido, a aislarse socialmente e incluso a tener más dudas sobre la propia identidad.
La exposición a la violencia, los prejuicios y el rechazo puede afectar la salud mental. El papel de los profesionales de la psicología es proporcionar atención de calidad a la población LGBT, teniendo una comprensión adecuada.
El papel de la Psicología en la salud mental de la población LGBT
Los Psicólogos deben recibir capacitación específica en la salud mental de la población LGBT para desarrollar prácticas psicológicas afirmativas. Las herramientas de psicoeducación son fundamentales para garantizar el acceso y la difusión de información de calidad y combatir las distorsiones, estereotipos y falsedades que circulan sobre la población LGBT.
La diferencia y diversidad humana, específicamente la diversidad de género y sexual, necesita ser reconocida, afirmada, validada y reforzada.
La base de la terapia afirmativa o terapia de afirmación es validar positivamente y en todo momento la orientación sexual de la persona. Es decir, apoyar al paciente homosexual, lesbiana, bisexual, transgénero, sin intentar modificar su orientación sexual o identidad de género.
La Psicología afirmativa LGBT conlleva una perspectiva terapéutica que invita tanto a cuidar del bienestar de las personas expuestas a los ataques por su identidad sexual o de género, como a transformar la sociedad para que lo anterior no haga falta y todo el mundo sea tratado con igualdad.
Algunas de las cosas que podemos hacer como terapeutas de la comunidad LGBTQI+:
- Acompañar al paciente si toma la decisión de comunicarlo con sus amigos, la familia u otros contextos sociales.
- Cuidar el lenguaje incluyente en las sesiones, ya que los propios prejuicios del terapeuta pueden llevarlo a preguntar al paciente, si es hombre: ¿tienes novia o esposa?, si es mujer: ¿tienes novio o esposo? Es importante no asumir que la pareja es del sexo diferente e incluso no asumir que debe tener pareja.
La orientación sexual generalmente se refiere hacia quién te sientes atraído sentimental o sexualmente. La identidad sexual se trata de cómo etiquetarte y pensar acerca de ti mismo como un ser sexual. Ambas son dinámicas y pueden cambiar con el tiempo y según el contexto.
Ciertamente hay individuos que pueden experimentar atracción sexual a los 9 años o antes, pero es poco probable que a esa edad tengan la capacidad cognitiva y emocional para comprender completamente lo que significa la orientación sexual.
No hay una edad específica a la cual se espere que todas las personas se den cuenta de su orientación o su identidad sexual. Hay algunas personas para quienes su sexualidad es algo fluida y pueden descubrir en el futuro una orientación sexual diferente, no fija. El género, por otra parte, se desarrolla en la infancia.
El rechazo de los padres hacia la orientación sexual de sus hijos está altamente asociado con resultados pobres de salud mental y conductual en los niños, según estudios.
Afortunadamente, la investigación revela que las familias, los amigos y las escuelas que brindan apoyo son amortiguadores importantes contra los impactos negativos de estas experiencias.
Los padres tienen una oportunidad poderosa y única para apoyar el sano desarrollo de la identidad de sus hijos y poner en contexto las experiencias de sus hijos con sus compañeros y el mundo exterior.