Mieloma múltiple: síntomas y tratamiento

Mieloma múltiple: síntomas y tratamiento

Editado por: el 18/09/2024

Mieloma múltiple. Una enfermedad maligna de la sangre, que afecta huesos y riñones.

¿Qué es el mieloma múltiple?

El mieloma múltiple es un tipo de cáncer que proviene de una célula del sistema inmunológico que se llama célula plasmática y su función normal es producir anticuerpos. Cuando la célula plasmática se vuelve maligna comienza a proliferar sin ningún control y produce anticuerpos que son anormales.

Entonces por una parte las células plasmáticas al reproducirse de manera acelerada e incontrolable, reemplazan a las células que habitan normalmente la médula ósea, tales como glóbulos rojos y los precursores de las plaquetas impidiendo que éstos crezcan de forma normal. Lo que ocasionará: anemia por falta de glóbulos rojos, que transportan el oxigeno a los tejidos del cuerpo, y la persona comenzará a sentirse cansada, con falta de aire para realizar actividades con poco esfuerzo, sensación de mareo, pensamiento lento, confusión, dolor en los huesos, sus familiares la notarán pálida o amarillenta, puede haber fiebre. Este padecimiento puede ser tratado por un hematólogo certificado.

Los huesos pueden debilitarse como si tuvieran una osteoporosis muy grave al grado que la persona sufrirá fracturas con un esfuerzo mínimo, incluso con su propio peso. La sensación de pesadez, falta de concentración y mareos, es consecuencia del aumento en la producción de anticuerpos lo que hace que la sangre se vuelva más espesa y esto provoca una disminución de la velocidad e intercambio de gases con los tejidos, a esto se le llama “síndrome de hiperviscosidad”.

Los anticuerpos producidos pueden atacar el riñón y desarrollar la falla de éste órgano, lo cual se llama insuficiencia renal , comienza a experimentar hinchazón, disminución de los volúmenes urinarios, orina muy concentrada. Esta condición es potencialmente reversible con tratamiento si se detecta a tiempo.

¿Qué opciones de tratamiento existen?

Actualmente el tratamiento ha cambiado de forma durante los últimos 25 años, logrando una calidad y expectativa de vida mucho mejor que antes. Las opciones de tratamiento son:

  1. Medicamentos: Prolongan la supervivencia (talidomida, lenalidomida, pomalidomida o algún otro derivado, más un esteroide de preferencia dexametasona, y los llamados inhibidores de proteosomas como: bortezomib, carfilzomib o ixazomib)
  2. Trasplante de células madre: Se requieren dosis altas de quimioterapia para poder acabar con las células malignas y celularidad normal de la médula ósea. Es necesario que el paciente se encuentre en remisión para lograr llevarlo a una respuesta molecular profunda.  
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