Nódulo tiroideo: ¿cómo saber si tengo uno? (Parte 2)

Nódulo tiroideo: ¿cómo saber si tengo uno? (Parte 2)

Editado por: TOP DOCTORS® el 10/10/2023

Generalmente el bocio es el principal indicador de que existe una tiroides agrandada o nódulos en la misma. Si logra detectar alguno de estos síntomas debe acudir al médico, quien le realizará un chequeo más completo y, si es necesario, estudios y exámenes físicos.

tiroides sintomasAutoexploración

Puede revisar su propia tiroides parándose frente a un espejo. Fíjese en el área de su cuello justo sobre la hendidura donde la clavícula se une y debajo de la nuez de Adán, ahí está su tiroides. Si es posible, ilumínese lateralmente para proyectar una sombra sobre esa área. Entonces mueva su cabeza hacia atrás suavemente y fíjese en esa área a ver si hay sombras mientras traga. Si ve alguna prominencia o agrandamiento en esa área, puede tener un nódulo en la tiroides o una tiroides agrandada (bocio). Visite a un endocrinólogo para un chequeo más completo. Debe hacer que le examinen el área de la tiroides durante un examen físico general llevado a cabo por su proveedor médico.

¿Qué debo hacer si tengo un nódulo?

Si usted tiene un nódulo, debe hacer que se lo evalúe un médico preparado para el diagnóstico y tratamiento. Los endocrinólogos, especialistas en medicina interna, otorrinolaringólogos y cirujanos endocrinos tienen experiencia en la evaluación de nódulos. El doctor examinará su historia cuidadosamente para revisar los factores de riesgo de enfermedad de la tiroides (incluyendo exposición a radioactividad), realizará un examen físico e indicará pruebas sanguíneas para revisar la actividad de la glándula.

En la mayoría de los casos, el mejor método es realizar una pequeña aspiración del nódulo, un procedimiento llamado aspiración con aguja fina (FNA). Puede que le apliquen una prueba de ultrasonido para medir el nódulo con exactitud y constatar si hay otros en la glándula. También se recomienda una gammagrafía de la tiroides para ver si el nódulo es demasiado activo (un nódulo "caliente") o inactivo (un nódulo "frío"). Ninguna de estas pruebas es peligrosa o dolorosa. La prueba más exacta es la aspiración con aguja fina, la cual debe ser realizada con por lo menos 6 muestras de cada nódulo.

El riesgo aumenta con algunas formas de radiación y dosis altas

Algunas formas de radiación han sido asociadas con un riesgo aumentado de nódulos cancerígenos en la tiroides. El riesgo es pequeño, y usted tendría que estar expuesto a altas dosis de radiación, no las dosis que se dan generalmente con rayos-x o exposición al sol. La radiación en Hiroshima, Chernobyl, y sitios de pruebas nucleares en los EE.UU. entre los años 40 y los 70 han sido asociados con un riesgo aumentado de nódulos cancerígenos y cáncer de la tiroides. Los rayos-x regulares o dentales no representan un riesgo conocido. Sin embargo, si ha recibido tratamientos de radiación en su cabeza, cuello, amígdalas o timo, podría tener un riesgo ligeramente más alto de padecer cáncer de la tiroides. Si le preocupa haber sido expuesto a este tipo de radiaciones, visite a su doctor para una revisión de nódulos de tiroides.

Tratamiento

El tratamiento depende de la causa. Si la aspiración con aguja fina de su nódulo muestra células benignas no cancerígenas, entonces es posible que simplemente le revisen la tiroides para asegurarse de que no crezca más. También puede que le aconsejen tomar hormonas para suprimir la actividad de la glándula, de manera que no crezcan más. Si crece más, podría necesitar otra biopsia.

Si la biopsia no muestra resultados concluyentes, se le hará otra. Si la segunda biopsia no determina un resultado, entonces se le podría aconsejar que le sea extraído quirúrgicamente. Ése fue el caso de la esposa del vicepresidente. Tipper Gore. Le realizaron dos biopsias de tiroides que no determinaron nada, y entonces se le extrajo parte de la tiroides. Como en la mayoría de los casos, sus nódulos no eran cancerígenos. Si los resultados de la biopsia percutánea levantan sospechas de cáncer, se recomienda la cirugía. Si se le aconseja una cirugía, asegúrese de que su cirujano tenga experiencia en cirugía de la glándula tiroides, y que haya hecho por lo menos 50 cirugías al año.

¿Qué pasa si mi nódulo es cancerígeno?

En el poco probable caso de que su nódulo sea cancerígeno, la mayoría de las veces es curable. La cirugía es el principal método para eliminarlo. Luego de la cirugía, tendrá que tomar hormona tiroides para reemplazar las hormonas que fabricaba su tiroides extraída, y para suprimir el crecimiento de células cancerígenas en cualquier tejido tiroides que quede. Se le dará un exhaustivo seguimiento, preferiblemente con una prueba TSH ultrasensible, y puede que lo traten con yodo radioactivo para destruir cualquier tejido tiroides que quede, con el fin de que el cáncer no vuelva a desarrollarse.

Algunas formas de cáncer de tiroides tienen un factor genético, así que si identifica este tipo de cáncer en su caso, sería bueno que los demás miembros de su familia se sometan a un chequeo.

Endocrinología en Huixquilucan