Osteoartrosis: La enfermedad articular más común y cómo combatirla

Osteoartrosis: La enfermedad articular más común y cómo combatirla

Editado por: Luis Ángel Cortina Sánchez el 29/10/2024

La Osteoartrosis, también conocida como artrosis, es un trastorno crónico degenerativo en el que el cartílago que protege y amortigua las articulaciones se deteriora gradualmente. Con el tiempo, este desgaste provoca fricción en los huesos y puede causar dolor y limitación en el movimiento articular.

 

Diferencias entre Osteoartrosis y Artritis

Es importante diferenciar la Osteoartrosis de la Artritis. Mientras que la Artritis involucra inflamación significativa de las articulaciones, la Osteoartrosis no presenta inflamación sistémica y se caracteriza principalmente por el dolor mecánico al movimiento, en lugar del dolor en reposo común en la artritis.


Principales síntomas de la Osteoartrosis

La Osteoartrosis presenta un conjunto de síntomas característicos que ayudan a diferenciarla de otras enfermedades articulares:


Dolor mecánico

El dolor de la Osteoartrosis suele aparecer durante el movimiento. Las personas pueden experimentarlo al levantarse, al caminar o al realizar actividades físicas, mientras que, en reposo, generalmente, no se presenta. Este dolor puede volverse constante e incapacitante con el tiempo si no se recibe tratamiento adecuado.


Rigidez Articular

Es común que los pacientes experimenten rigidez articular, especialmente por las mañanas. Sin embargo, esta rigidez suele durar menos de 30 minutos, lo que la diferencia de otras condiciones como la artritis, donde la rigidez puede prolongarse.


Deformidades y Nódulos

Conforme la enfermedad avanza, pueden formarse pequeñas protuberancias llamadas Osteofitos en las articulaciones. En las manos, estos osteofitos pueden aparecer como nódulos de Bouchard (en las articulaciones medias de los dedos) y de Heberden (en las articulaciones cercanas a las uñas), causando deformidades y aumentando el tamaño de las articulaciones afectadas.


Dolor predecible

Al inicio de la enfermedad, el dolor es predecible, es decir, el paciente suele saber qué movimientos le causarán molestias. Sin embargo, con el avance de la Osteoartrosis, el dolor puede volverse constante y aparecer de manera impredecible.


Factores de Riesgo

Existen diversos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar osteoartrosis, incluyendo:


Edad y Género

El envejecimiento es uno de los principales factores de riesgo para la Osteoartrosis, especialmente después de los 60 años. Además, las mujeres tienen mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad que los hombres, debido a factores hormonales y anatómicos.


Obesidad

La Obesidad no solo sobrecarga las articulaciones, en especial las rodillas, sino que también provoca un estado inflamatorio que puede afectar otras zonas del cuerpo, como las manos. Este estado de inflamación contribuye al avance de la osteoartrosis.


Estilo de vida sedentario

La falta de actividad física aumenta la probabilidad de desarrollar Osteoartrosis, ya que los músculos que rodean las articulaciones se debilitan y pierden capacidad de sostén.


Dieta y hábitos alimenticios

Una dieta rica en grasas, frituras y baja en frutas y verduras puede elevar el riesgo de Osteoartrosis. El tabaco y la deficiencia de vitamina C también se consideran factores de riesgo.

 

Genética y antecedentes familiares

La herencia genética juega un papel importante, especialmente en casos de osteoartrosis en las manos o rodillas. Si algún familiar directo tiene esta condición, las probabilidades de desarrollarla son mayores.


Ocupación y lesiones previas

Trabajos que exponen a las articulaciones a traumatismos repetitivos o a una carga física alta, como el trabajo de construcción o actividades que involucran taladrado, pueden acelerar el desgaste articular.


Tipos de Osteoartrosis

La Osteoartrosis puede clasificarse en dos categorías:

  • Osteoartrosis Primaria: no está asociada a ninguna otra enfermedad subyacente
  • Osteoartrosis Secundaria: aparece como consecuencia de otras condiciones que dañan las articulaciones, como la Artritis Reumatoide o la Gota


Tratamientos para la Osteoartrosis

La Osteoartrosis no tiene cura definitiva, pero existen varios tratamientos que ayudan a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.


Cambios en el estilo de vida

  • Actividad física de bajo impacto: realizar ejercicios de bajo impacto, como caminar o nadar, fortalece los músculos alrededor de las articulaciones y reduce el dolor
  • Control de Peso: bajar de peso reduce la carga sobre las articulaciones, aliviando el dolor y retardando el avance de la enfermedad


Fisioterapia y Rehabilitación

El tratamiento con Fisioterapeutas puede incluir ejercicios específicos para mejorar la movilidad y fortalecer las áreas afectadas.

 

Medicamentos

  • Analgésicos y antiinflamatorios: estos medicamentos ayudan a controlar el dolor, pero deben usarse bajo supervisión médica para evitar efectos secundarios
  • Condroprotectores: su uso a largo plazo puede contribuir al mantenimiento del cartílago articular


Terapia Quirúrgica

Para casos avanzados, puede considerarse una cirugía. Estas opciones incluyen:

  • Artroscopía: procedimiento en el cual se limpia la articulación para reducir el dolor
  • Reemplazo Articular (Prótesis): en casos graves, la cirugía de reemplazo total o parcial puede ser necesaria para mejorar la movilidad y reducir el dolor


Prevención de la Osteoartrosis

Para quienes tienen antecedentes familiares de Osteoartrosis, o simplemente desean prevenirla, se recomienda:

  • Mantenerse Activo: realizar actividad física regularmente y fortalecer los músculos que rodean las articulaciones
  • Cuidar la Alimentación: llevar una dieta balanceada rica en antioxidantes y baja en grasas procesadas
  • Evitar el Tabaco y el Exceso de Alcohol: estos hábitos no solo afectan la salud en general, sino que también aumentan el riesgo de enfermedades articulares

 

Pronóstico y calidad de vida en la Osteoartrosis

El pronóstico de la Osteoartrosis depende en gran medida del estilo de vida del paciente y de la atención médica que reciba. Aquellos que siguen una rutina de ejercicios, controlan su peso y toman medidas preventivas tienen mayores probabilidades de mantener una buena calidad de vida y de retrasar el avance de la enfermedad.


Sin embargo, en casos graves, la Osteoartrosis puede causar una carga económica significativa debido a los tratamientos médicos y las limitaciones físicas que provoca. Por ello, es fundamental consultar a un especialista para obtener un diagnóstico temprano y recibir orientación sobre el manejo de esta condición.


Aunque la Osteoartrosis es una enfermedad progresiva y sin cura, existen múltiples formas de aliviar sus síntomas y mejorar la calidad de vida.

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