Parto humanizado: ¿cómo influye en la seguridad emocional del niño? (Parte 1)
El apego es un término que se utiliza en pediatría para evidenciar el vínculo emocional que tiene un bebé con sus padres o sus cuidadores durante el parto humanizado.
¿Qué beneficios tiene un parto humanizado?
Está demostrado que durante el parto humanizado el vínculo emocional es capaz de modificar el apego del bebé con su madre, incluso, hasta en la adultez, así mismo, su personalidad, su seguridad emocional y su autoestima. Este tipo de parto debe de ser planeado por un pediatra certificado.
En la actualidad se están viviendo una serie de cambios en la manera en la que un bebé nace. Por tal motivo, existen muchos momentos en los que se es posible perder el momento de un apego adecuado durante el parto humanizado, así como de una lactancia exclusiva o de una lactancia iniciada en la primera hora de la vida.
La cesárea en México
Aunque el parto humanizado en pediatría consiste, independientemente del mecanismo del nacimiento: ya sea por un parto vaginal o un parto abdominal (cesárea), en hacer que exista un contacto de piel a piel entre la madre y el recién nacido, es importante considerar los riesgos de desapego en la cesárea.
Un dato real es que en México más del 80 por ciento de los nacimientos se llevan a cabo por cesárea, lo cual hace más difícil que la madre tenga al bebé sobre su vientre o sobre su pecho durante los primeros minutos de nacido.
La anestesia también influye
Otro factor determinante dentro en el apego del recién nacido durante el parto humanizado es el hecho de que la madre sufre una anestesia la cual, aunque es solamente epidural, hace que disminuyan sus capacidades y necesidades para sentir de cerca a su bebé en esos primeros minutos de la vida. Todo esto impide que el apego durante el parto humanizado pueda darse de manera correcta. También es importante considerar la ignorancia sobre el tema.
Muchas veces el profesional de la salud y el equipo que están alrededor del nacimiento no conocen esto y hacen que el apego durante el parto humanizado no se logre, incluso hasta en las mejores circunstancias.