Parto humanizado: toma la decisión sobre tu embarazo
El parto humanizado consiste en recuperar la magia que lleva consigo el nacimiento de un bebe, permitiendo que la pareja y en especial la mamá tome la decisión sobre la forma en que se lleva el proceso y no solo el médico.
¿Qué es el parto humanizado?
Actualmente la medicina ha evolucionado y mejorado en diferentes sentidos, como en el embarazo. Al suceder esto, se ha perdido una gran parte del lado humano, es decir, ya no existe el médico de la familia o son escasos los doctores que ofrecen consulta a domicilio.
La finalidad de la atención actual del embarazo y la causa del incremento de las cesáreas, es la de poder ofrecer una mejor vigilancia durante el trabajo de parto y minimizar los riesgos que el mismo parto conlleva, además de permitir una mejor planeación del nacimiento, sin embargo, esto ha vuelto rígido el proceso.
El parto humanizado consiste en recuperar la magia que lleva consigo el nacimiento de un bebé, el cual permite que la pareja, y sobre todo la mamá tomen la decisión sobre cómo se llevar el proceso de parto, y no sólo elija al médico. El especialista funge como asesor y vigilante de la madre, con el fin de valorar riesgos. Otras de las decisiones que puede elegir la pareja son:
-Con o sin anestesia
-Dónde será el proceso (camilla, silla)
-Intensidad de la luz
-Con música o en silencio
-La realización de enema
-Administración de oxitocina
-Quienes estarán durante el procedimiento
El objetivo es evitar una transición brusca para el recién nacido, es decir, evita hacer un cambio radical, ya que después de 9 meses de haber estado dentro del útero (en completa oscuridad, con sonidos amortiguados, en un ambiente cálido) es importante cuidarlo porque al nacer se enfrentará a un ambiente frío, con luces intensas (quirófano), con ruidos excesivos, etc.; este parto crea un ambiente menos hostil, se atenúan las luces, los volúmenes son bajos y el cordón umbilical se pinza hasta que deja de latir de forma natural.
¿Parto en el agua?
El parto en agua es un tema polémico. En la Ciudad de México existen pocos hospitales privados que tienen el equipamiento adecuado para este tipo de proceso y a nivel de hospitales públicos es prácticamente inexistente. A su vez, los médicos capacitados para este tipo de atención son muy escasos y eso conlleva a riesgos elevados por exponerse a personal inexperto.
El trabajo de parto en agua es un procedimiento seguro, el cual permite un mejor avance de la dilatación cervical, siempre y cuando la paciente tenga más de 5 cm de dilatación, ya que se ha observado que, si tiene menos de esa dilatación, en lugar de ayudar, el trabajo de parto se hace más largo. Asimismo, el calor y la relajación que permite la tina de agua caliente, hace que el dolor disminuya de forma considerable haciendo que la experiencia sea más confortable.
También reduce la necesidad de anestesia y de oxitocina. A pesar de lo bien que suena, expertos comentan que el nacimiento en el agua no es recomendable, debido a que:
-Pasar de un ambiente húmedo a otro húmedo genera complicaciones para la mamá y el bebé
-No es posible controlar la salida del bebe y eso genera desgarros y sangrado en la mamá
-Se expone al bebé a aspirar agua de la tina, la cual está contaminada ya que la mamá libera orina y sangre
Por ello se recomienda llevar el trabajo de parto en el agua, sin embargo, es mejor que el bebé nazca fuera.
La decisión de realizar este tipo de partos, tanto el humanizado como en agua, no se debe tomar al último momento. Es muy importante que los papás acudan a consulta con un médico capacitado y reconocido, en donde a través de la vigilancia de todo el embarazo se pueda tomar la decisión de intentar o no esta forma de nacimiento, permitiendo que existan riesgos mínimos y resolviendo todas las dudas que puedan surgir.