Perder peso más allá de la dieta
Cuando una persona con Obesidad no consigue adelgazar ni siguiendo una dieta sana, ni haciendo ejercicio físico, es el momento de valorar la posible existencia de otros problemas de salud
Por lo general una alimentación inadecuada y un estilo de vida sedentario suelen ser las causas del sobrepeso y la Obesidad. Pero no hay que olvidar que existen otros factores que pueden llevar a una obesidad, como padecer enfermedades endocrino-metabólicas como la insulino-resistencia, sufrir deficiencias endocrinas como el hipotiroidismo o experimentar los efectos secundarios de corticoides, antidepresivos o antiinflamatorios pueden provocar un aumento del peso corporal.
Por eso, cuando una persona con Obesidad no consigue adelgazar ni siguiendo una dieta sana, ni haciendo ejercicio físico, es el momento de valorar la posible existencia de otros problemas de salud, pues cada caso de sobrepeso y Obesidad debe ser estudiado individualmente para conocer los antecedentes genéticos y fisiopatológicos del paciente.
Estos antecedentes serán los que finalmente orientarán el adecuado tratamiento. Y es que, a un paciente puede serle útil y beneficioso realizar una dieta proteica mientras que a otro esa misma dieta puede serle perjudicial. Lo mismo ocurre con el ejercicio físico, a unos les conviene el ejercicio aeróbico pero para otros será mejor la tonificación muscular e incluso un tercer grupo no debe excederse en el ejercicio.
La endocrinología
Entre la población, de forma general, se desconoce la endocrinología como especialidad médica y a qué se dedica. Explicándolo de forma sencilla, podemos decir que la endocrinología es la parte de la medicina que se encarga del estudio de las glándulas de secreción interna y de las Enfermedades Metabólicas. También se ocupa de la nutrición y, por tanto, de los aspectos bioquímicos funcionales y terapéuticos de la alimentación.
Es importante recordar que el especialista en endocrinología puede ayudar a personalizar un tratamiento para perder peso partiendo de la realización de diferentes pruebas. Aunque si la historia clínica, la analítica, la impedancia y otras pruebas complementarias no son suficientes, hay que saber que el estudio genético puede tener cierta utilidad.