Preeclampsia: Conoce los riesgos y cómo prevenirla
La Preeclampsia es una enfermedad exclusiva del embarazo que tiene su origen en la placenta. Se caracteriza principalmente por una elevación de la presión arterial en las últimas semanas de gestación.
Esta condición puede tener serias repercusiones tanto para la madre como para el bebé, por lo que es vital su diagnóstico y tratamiento oportuno.
Factores de Riesgo de la Preeclampsia
Algunos de los principales factores de riesgo de la Preeclampsia son:
- Antecedente de preeclampsia: Si ya has tenido preeclampsia en un embarazo anterior, es más probable que se repita
- Hipertensión crónica: Las mujeres con presión arterial alta antes del embarazo tienen un mayor riesgo
- Diabetes: La diabetes preexistente aumenta la probabilidad de desarrollar preeclampsia
- Enfermedades autoinmunes y trombofilias: Estas condiciones también elevan el riesgo
Otros factores de riesgo menores que pueden influir en el desarrollo de este padecimiento pueden ser:
- Edad materna avanzada: Las mujeres mayores de 35 años tienen un riesgo incrementado.
- Antecedentes familiares: Historia de infartos, embolias o hipertensión en la familia.
- Condiciones médicas preexistentes: Otras enfermedades que afecten la salud cardiovascular
Diagnóstico de la Preeclampsia
Los primeros síntomas que pueden ayudar al diagnóstico de la Preeclampsia son:
- Elevación de la presión arterial: Niveles por encima de 140/90 mmHg son indicativos
- Hinchazón y retención de líquidos: La paciente puede experimentar edema
- Pruebas de laboratorio: Exámenes de sangre y orina ayudan a confirmar el diagnóstico
Impacto en la Madre y el Bebé
La Preeclampsia es un padecimiento puede afectar significativamente la salud de la madre durante el embarazo, ya que ataca a varios órganos como el cerebro, corazón, pulmones, riñones, hígado, páncreas y médula ósea.
Mientras que, el principal daño en el bebé es que puede influir en el crecimiento fetal y la producción de líquido amniótico.
De esta forma, es importante que el especialista identifique a las pacientes de riesgo para prevenir complicaciones que se puedan presentar. En algunos casos, se puede recomendar la administración de suplementos de calcio, especialmente para mujeres con baja ingesta de lácteos, así como, hacer ejercicio, ya que, mantener una rutina de actividad física durante el embarazo es altamente efectivo.
Monitoreo y detección temprana
El monitoreo prenatal regular es fundamental, ya que, en las etapas iniciales, la preeclampsia puede ser asintomática. Es importante vigilar:
- Presión arterial
- Exámenes de sangre y orina
- Crecimiento y bienestar del bebé
Tratamiento de la Preeclampsia
El tratamiento de la Preeclampsia requiere de un seguimiento constante por parte del médico a lo largo del embarazo, en el corto plazo, se requiere de un control de la presión arterial con Medicamentos para mantener la presión bajo control. En casos de prematuridad, tratamientos para acelerar la maduración del bebé.
Parto
La Preeclampsia no siempre implica una cesárea. La mayoría de las mujeres pueden tener un parto vaginal, aunque en ciertos casos se puede requerir una transfusión plaquetaria para evitar complicaciones.
Postparto
Después del nacimiento, la hipertensión y otros síntomas generalmente se revierten. Sin embargo, las mujeres que han tenido preeclampsia deben:
- Seguimiento médico anual: Controlar la presión arterial, glucosa y lípidos
- Estilo de vida saludable: No fumar, hacer ejercicio y mantener un peso adecuado
La Preeclampsia es una condición seria que requiere atención y seguimiento riguroso durante y después del embarazo. La identificación temprana y el manejo adecuado pueden mejorar significativamente los resultados tanto para la madre como para el bebé. Si tienes factores de riesgo, consulta a tu médico para un plan de prevención y monitoreo personalizado.