Prevención del cáncer de colon (Parte 2)
La mayoría de los casos pueden prevenirse con un programa adecuado de tamizaje que detecta lesiones tempranas. La colonoscopia es considerada el estándar de oro para la prevención del cáncer de colon.
Medidas de prevención
Un gastroenterólogo es quien se encarga de diagnosticar el cáncer de colon, ya que no existe una lista de alimentos que se asocien al desarrollo de la enfermedad. Sin embargo, existen algunas medidas que se deben conocer para disminuir los riesgos de padecerla. El tabaquismo claramente incrementa el riesgo de padecerlo, además de que también aumenta la incidencia de otras neoplasias. Algunos estudios han demostrado un discreto aumento asociado a la ingesta de carnes rojas o grasas saturadas. Otros estudios por su parte han demostrado beneficios por el uso de vitamina D, calcio, aspirina y anti-inflamatorios no esteroideos en cuanto a menor producción de pólipos y cáncer de colon. Sin embargo, estas medidas no están libres de riesgo por lo que deben reservarse para pacientes con alto riesgo para desarrollar el padecimiento.
Por el momento pocos estudios han demostrado que, modificando estilos de vida hacia menor consumo de grasa en la dieta, aumento de ingesta de frutas y verduras, consumo adecuado de vitaminas, micronutrientes y ejercicio mejoran la salud en general y disminuyen el riesgo de padecer la enfermedad. Independientemente de los cambios en el estilo de vida y la dieta, lo que es evidente es que la mejor prevención se logra a través de buscar y extirpar lesiones tempranas en el colon como son los pólipos adenomatosos.
Métodos de detección
La mayoría de los casos pueden prevenirse con un programa adecuado de tamizaje que detecta lesiones tempranas. Existen varios métodos de detección, cada uno con sus bondades e imperfecciones. Los más utilizados son: sangre oculta en heces, prueba inmunoquimica fecal, recto-sigmoidoscopia flexible, colonoscopia, colonografía por tomografía computada (colonoscopia virtual), colon por enema con bario y DNA fecal. La colonoscopia es considerada el estándar de oro para la prevención. por su capacidad de revisar todo el trayecto del colon, detectar lesiones tempranas como pólipos y tiene la posibilidad de realizar polipectomias durante el mismo procedimiento.
Es importante resaltar que el cáncer identificado por colonoscopia de tamizaje tiene mejor pronóstico y sobrevida en comparación con los detectados por datos de alarma y/o síntomas como el sangrado transrectal. Los pacientes que presentaron síntomas previos al diagnóstico cursaron con estados más avanzados de la enfermedad, que muchas veces se acompañan de extensión a otros órganos y con menos respuesta a tratamientos médicos.
¿Qué hacer cuando se localizan pólipos?
Existen estudios importantes como el Estudio Nacional del Pólipo (National Polyp Study) y el estudio de Cohorte de Adenomas, donde ambos demostraron que la colonoscopia tiene una efectividad clínica relevante en cuanto a la reducción de incidencia del cáncer de colon, entre 76% a 90 %.
El seguimiento de estos pacientes está dado por el tamaño, el número y la estirpe histológica del pólipo. Lo que quiere decir que de acuerdo al riesgo de padecer la enfermedad se establecen intervalos de seguimiento para una detección oportuna. De tal forma, un paciente con pólipos hiperplasicos (benignos) debería tener un seguimiento igual a otro paciente con riesgo promedio. Por otro lado, un paciente con 3 a 10 adenomas pequeños o 1 adenoma >10mm debería repetir la colonoscopia a los 3 años.