Problemas del sueño en personas con obesidad
La obesidad es una enfermedad caracterizada por un exceso de grasa en el cuerpo, que afecta al estado emocional, la vida social, la capacidad de movilizarse y de realizar actividades cotidianas, y afecta al sistema cardiopulmonar y al metabolismo del paciente. No hay un obeso sano.
En un principio, un obeso puede tener pocos síntomas, o ninguna molestia, pero no está sano. Tarde o temprano, habrá consecuencias que llevan a una reducción de la calidad de vida y de la esperanza de vida.
¿Cómo afecta la obesidad en el sueño?
La obesidad está asociada a un aumento del riesgo de cáncer, de enfermedad cardiovascular, hipertensión y diabetes, hígado graso, infertilidad, y depresión. También se asocia con la apnea del sueño, que se sospecha cuando la familia detecta ronquidos. La obesidad disminuye la capacidad para respirar, y durante la noche puede haber frecuentes episodios en los que la saturación de oxígeno de la sangre baja a niveles peligrosos porque literalmente el paciente deja de respirar.
La apnea del sueño causa fatiga y somnolencia, disminución de la concentración, aumento del riesgo cardiovascular, aparición de hipertensión, diabetes, y otras complicaciones. Puede haber accidentes por somnolencia excesiva durante el día, llegando a quedarse dormidos al conducir un automóvil.
La depresión, muy frecuente en los obesos, también ocasiona trastornos del sueño. En caso de insomnio es necesario empezar con medidas de "higiene del sueño" como sacar la televisión de la recámara y evitar el uso de pantallas las dos horas anteriores a la hora de dormir.
El uso de somníferos y de "tranquilizantes" como los medicamentos de la familia de las benzodiacepinas es contraproducente y puede ser peligroso. En ciertos casos es útil el uso de antidepresivos.
Es importante identificar estos trastornos del sueño, no aceptar los ronquidos como algo natural ni atribuir la falta de voluntad, fatiga o a la “flojera". Debe hacerse una valoración médica por un especialista, en caso necesario incluir un monitoreo del sueño, en ocasiones es necesario el apoyo de un aparato de presión positiva para mantener la oxigenación durante la noche. En todos los casos es útil la reducción rápida de la grasa corporal mediante una dieta proteinada (bajo estricta supervisión médica).