Prostatitis: infección de la próstata
El diagnóstico de la prostatitis normalmente es de tipo clínico donde se hace una revisión al paciente. El tratamiento dependerá del tipo de prostatitis.
Dr. Alberto Maya Epelstein
La prostatitis es una de las enfermedades atendidas por urólogos y consiste en la inflamación de la próstata. Un padecimiento como la próstata inflamada puede estar acompañado por diversos síntomas, enfermedades o trastornos a nivel del área genital.
Las causas de la prostatitis habitualmente son infecciones de vías urinarias. Normalmente la prostatitis se va a dividir en dos grandes grupos: aguda y crónica. Para determinar si es una prostatitis aguda o crónica, el especialista debe analizar los síntomas que se presentan en el paciente.
La prostatitis aguda tiene como manifestación principal la fiebre con dolor pélvico o nivel perineal, acompañado de molestias al orinar como ardor, dolor o sangrado.
En la prostatitis crónica los síntomas son malestares ocasionales al orinar, los cuales luego se quitan. También hay presencia de problemas de erección, eyaculación precoz o dolor testicular.
Diagnóstico y tratamiento de la prostatitis
El diagnóstico de la prostatitis normalmente es de tipo clínico donde se hace una revisión al paciente. Una vez que el urólogo defina qué clase de prostatitis se trata se solicita una prueba de orina para ver si hay otras alteraciones. Es posible llevar a cabo un tacto rectal para identificar si hay inflamación de la próstata o no. También se llevan a cabo ciertos estudios de laboratorio y de imagen para un diagnóstico más preciso.
El tratamiento dependerá del tipo de prostatitis. Normalmente, la prostatitis aguda es de inicio súbito y es un poquito más agresiva que la crónica. Por lo general, se prescribe una terapia con antibióticos y antiinflamatorios, de primera instancia. Sin embargo, si la fiebre y los síntomas persisten, muchas veces se interna al paciente en el hospital. Para la prostatitis crónica, el tratamiento es de tipo sintomático, es decir, que se atienden uno por uno los malestares como el ardor al orinar o los problemas de la eyaculación, incluso para la disfunción, la cual puede ser causada por la inflamación crónica, y en ocasiones, también se prescriben antibióticos.