Prótesis de Disco: ¿qué son, cómo se colocan y cómo es el postoperatorio?
Las Prótesis de Disco son dispositivos que permiten mantener la movilidad y normalidad biomecánica de la columna cervical y lumbar. Se colocan tras resección completa de un disco patológico, permitiendo mantener sus funciones
Las Prótesis de Disco están indicadas en todos los casos de enfermedad Discal, es decir, Discopatía Degenerativa y Hernia Discal; con o sin sintomatología compresiva de la raíz nerviosa que no presente mejoría tras un periodo de 4-6 semanas de tratamiento rehabilitador intensivo.
Tanto a nivel de columna cervical como lumbar, con el uso de Prótesis Discales se consigue:
- Mantener la movilidad
- Mantener la estabilidad
- Restablecer la normolordosis cervical y lumbar
- Reducir la degeneración Discal de los segmentos adyacentes
- Eliminar el uso de injerto óseo
- Inicio precoz de la movilidad posquirúrgica
- Incorporación temprana a la vida normal (física y laboral)
Colocación de Prótesis
- Abordaje Cervical o Lumbar anterior mínimamente invasivo (ALIF). En caso de disco lumbar superior a L4, el abordaje es lateral (XLIF)
- Resecar completamente el disco patológico hasta completar liberación del canal medular y raíces nerviosas
- Preparación del espacio Discal receptor de la Prótesis Discal
- Selección adecuada del tamaño y angulación de la Prótesis a implantar
- Colocación de la Prótesis y comprobación radiológica de su correcta colocación
- Cierre abordaje quirúrgico y sutura intradérmica para invisibilizar la cicatriz
Se trata de una intervención quirúrgica que se considera de bajo riesgo por las mínimas complicaciones que se puedan presentar:
- Sangrados (poco frecuente)
- Infecciones (poco frecuente)
- Lesiones Estructuras Nerviosas (infrecuente)
- Desgarro Dural (infrecuente)
- Lesión Grandes Vasos, Esófago, Tráquea, Órganos Intraabdominales (excepcional)
Postoperatorio
En caso de Cirugía Cervical, se requiere ingreso hospitalario de 24-48h. Mínimas molestias en zona de herida quirúrgica. No es necesario el reposo absoluto.
Se aconseja llevar collarín blando la primera semana para actividades fuera del domicilio. Incorporación laboral entre las 2 y 3 semanas tras intervención, dependiendo del tipo de actividad laboral.
En caso de cirugía lumbar, el ingreso hospitalario es de aproximadamente 3-5 días. Igualmente, con mínimas molestias en zona de herida quirúrgica. No es necesario el reposo. Incorporación a su actividad normal a las 3-4 semanas.